El tercer día de apagón general en Cuba desata nuevas protestas en La Habana, y en otras regiones del país como Manicaragua, donde la frustración de los vecinos ha alcanzado el punto máximo tras varios días consecutivos sin electricidad y sin agua.
Esta crisis energética ha provocado que en varias zonas de la capital cubana se sintieran las protestas de los vecinos, a pesar del miedo a ser reprimidos, encarcelados y silenciados por las autoridades.
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Los cacerolazos son cada vez más frecuentes en La Habana. En las grabaciones publicadas esta noche de domingo en las redes sociales, se escuchan gritos de "Abajo la Dictadura", "Libertad" y "Queremos ser libres".
Los cubanos desde sus casas, desde sus aceras, y amparados por la oscuridad de la noche que les permite mantener el anonimato, sonaron sus cazuelas vacías en municipios como el Cerro, Habana del Este y Marianao.
La escasez de combustible y el colapso del Sistema Electro-energético Nacional (SEN) han agravado la situación en la isla, provocando apagones que duran hasta más de 24 horas.
Videos que circulan en las redes sociales muestran algunas protestas este fin de semana, donde los manifestantes bloquean calles y exigen la restitución del servicio eléctrico.
En algunos casos hubo despliegue de fuerzas policiales, que han intentado reprimir las manifestaciones. El gobierno optó por cortar el acceso a internet en varias zonas para evitar la difusión de los videos.
Además de la falta de electricidad, la escasez de agua potable es otro factor que ha motivado a los habaneros a manifestarse. En zonas como San Francisco de Paula y Marianao, los vecinos han denunciado que llevan días sin agua, lo que ha intensificado el descontento social.
La estrategia de eliminar la conexión de Internet ha sido utilizada en manifestaciones previas en Cuba. El régimen intenta evitar que las imágenes de las protestas lleguen a un público más amplio y a medios internacionales.
Sin embargo, los reportes en redes sociales continúan mostrando a grupos de ciudadanos desafiando las medidas gubernamentales y exigiendo una solución inmediata a la crisis energética que azota al país.
Las protestas en La Habana son solo una parte del creciente malestar social que se ha visto en varias regiones de la isla, donde los apagones y la falta de recursos básicos han dejado a la población en una situación desesperante.
Entre las regiones más afectadas está el oriente del país, que además de ser una de las zonas más empobrecidas, y que lleva más tiempo resistiendo apagones de más de 12 horas diarias, ahora está sufriendo el paso del huracán Oscar.
Los pobladores casi no tuvieron información sobre la llegada de esta poderosa tormenta por la falta de energía durante varios días. Tampoco hay datos oficiales sobre cómo el régimen ha procedido para evacuar a los afectados.
El gobernante Miguel Díaz-Canel dijo este domingo, desde el Consejo de Defensa Nacional (CDN), que piensa reprimir las protestas ciudadanas que puedan surgir por el colapso del sistema eléctrico.
No dio ninguna solución inmediata a la crisis que su pésima gestión gubernamental ha desatado, pero lanzó una advertencia a la población.
"No vamos a permitir que nadie actúe provocando hechos vandálicos y mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo, y esa es una convicción, un principio de nuestra revolución", expresó.
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