Una doctora que sufrió represión en Cuba por sus ideas políticas está pidiendo asilo político en Estados Unidos.
Ana Karelia Borrego Machado, especialista de primer grado en Medicina General Integral, fue despedida en 2011 de su puesto de trabajo y luego amenazada con ser desalojada con sus hijos solo por reclamar sus derechos.
En una publicación en su muro de Facebook, Ana Karelia relata que reclamó a todas las instancias y medios de prensa estatales y nadie la ayudó, al contrario, fue brutalmente maltratada por los funcionarios pese a que estaba embarazada de su hijo menor.
"El Ministerio de Salud Pública tenía en su poder un documento donde decía que yo era personal desafecto de la comunidad, disidente y que participaba en las famosas comisiones de los derechos humanos, perseguida y controlada por los Órganos de Control de la Seguridad del Estado. Por tal motivo más nunca me dieron derecho al trabajo y comencé a ser reprimida por oficiales de la dictadura cubana", detalló.
"Busqué ayuda en la prensa independiente y esto provocó aún más persecución y represión que me hicieron imposible mi vida en la isla", precisó.
La doctora llegó a Estados Unidos el pasado 9 de agosto por la frontera de Texas con su segundo hijo y pidió refugio. Al joven, al ser mayor de edad, lo procesaron por separado, lo que le generó una gran angustia como madre.
"Fui trasladada el día 11 de agosto a Karnes County Immigration Center, donde estuve detenida pidiendo asilo político, entrevistada con dichos resultados positivos. Salí el día 19 de agosto con un localizador en el tobillo y fecha de Corte para el próximo mes de septiembre. Mi hijo fue devuelto a México para que aplicara a la cita de CBPONE. Temo mucho por su vida", expresó.
La especialista en MGI solicita a la opinión pública internacional que interceda por ella tras haber pedido asilo político en territorio norteamericano.
"No puedo volver a mi país por represión. Cuento con pruebas documentales sobre mi caso", aseguró.
Los problemas de Ana Karelia empezaron el 5 de diciembre de 2011 cuando una "medida disciplinaria injusta" la apartó de su puesto de trabajo, según denunció en 2018 al portal independiente CubaNet.
De acuerdo con su versión, funcionarios de Salud Pública decidieron separarla definitivamente de su trabajo por supuestas ausencias injustificadas, una medida a la cual se le endosó un matiz político, pero que realmente tenía otra intención oculta: quedarse con la vivienda que ella, como médico de familia, ocupaba con su familia en el municipio Playa.
Desde entonces, ella denunció ante todas las instancias que que el proceso llevado a cabo en su contra estuvo lleno de violaciones al código de trabajo y plagado de "injusticia, arbitrariedad, extemporaneidad e ilegalidad", declaró.
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