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Una periodista cubana compartió un texto en sus redes en el que critica las sanciones que se imponen en Cuba a los delincuentes que cometen hechos de sangre, que en su opinión son muy blandas.
Iraida Calzadilla, profesora de Periodismo en la Universidad de La Habana, cuestiona que a los asesinos no se les aplique la pena máxima o, al menos, de 30 a 40 años.
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"Las dejan en 25 años de privación de libertad al sopesarse una serie de atenuantes, como si el crimen las tuviera, como si el haber sesgado una vida tuviera justificación alguna", afirmó en su muro de Facebook.
Iraida reveló que habla desde el dolor, pues su familia también sufrió un asesinato tiempo atrás; por ello, reclama la máxima pena para esos casos y que la justicia llegue rápida cuando las pruebas son irrefutables.
"Nadie tiene derecho a devastar a una familia", subrayó.
"Asesinos a los que no se les aplica ni siquiera 30 años. Les dan 25 que terminan en 15 por 'buena conducta'. Une que les facilitan visita conyugal y otros beneficios. Nadie me puede negar lo que digo. Bien que lo sé y puedo demostrarlo", aseveró.
La periodista ya jubilada criticó también a los abogados que defienden a los criminales y les buscan disminuir sus culpas, "asesinos confesos que han sesgado una vida y dejan destrozada a la familia".
Calzadilla señaló que quienes viven la tragedia de la muerte de un ser querido deben asumir el drama con un dolor profundo que no amaina nunca en el alma.
"Pido justicia. Justicia severa ante juicios donde los hechos están probados. Donde se ha confirmado el acto de horror y matar y volver a rematar con saña, a pesar de las súplicas desesperadas que seguramente hicieron las víctimas para que no las mataran. Hay que pensar en toda la brutalidad que precedió cada ataque", señaló.
"Pido condena justa. Y para los asesinos, la condena justa no puede ser menos de 30 años y no permitirse rebajas por supuestas 'buenas conductas'. En su prisión, ellos pueden respirar, vivir y hasta amar. Los muertos no vuelven. Ellos, los asesinos, decidieron que no respiraran, que no vivieran, que no amaran. Ellos decidieron que no volvieran", concluyó.
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