El expresidente estadounidense Donald Trump ha vuelto a lanzar ataques verbales contra la virtual candidata demócrata a la carrera por la Casa Blanca, la actual vicepresidenta Kamala Harris, de quien ha dicho calificativos como “lunática radical” y la ha señalado como "la fuerza impulsora ultraliberal detrás de cada catástrofe de Biden".
Kamala, que el domingo recibió el visto bueno del presidente Joe Biden tras desistir de buscar la nominación del Partido Demócrata a las elecciones del venidero 5 de noviembre, ha sido centro de insultos por parte del expresidente Trump, nominado como candidato republicano.
“Hace tres días derrotamos oficialmente al peor presidente de la historia de nuestro país, el corrupto Joe Biden. Renunció porque estaba perdiendo por mucho en las encuestas”, dijo el magnate durante un mitin celebrado en Carolina del Norte, estado clave en las aspiraciones presidenciales de cada candidato.
Asimismo, reconoció que la rival a vencer ahora es Kamala, a quien catalogó de mentirosa y de ser “la vicepresidenta más incompetente y de extrema izquierda de la historia de Estados Unidos”, recogen varios medios internacionales.
"Nunca ha habido una lunática así en la Casa Blanca. Ella sería la extremista de extrema izquierda más radical que jamás la haya ocupado", apuntó el republicano y añadió que es demasiado liberal también en materia de aborto. "Quiere abortos en el octavo y noveno mes de embarazo, eso es la ejecución de un bebé", dijo.
A lo largo de su discurso Trump emitió otros calificativos contra su posible rival, algo que el equipo de la demócrata ha respondido que es “extraño y divagante”, aunque se muestran confiados de que la población estadounidense “no se dejarán engañar”.
Sin embargo, es imposible olvidar que estos ataques son solo una muestra de los que pueden llegar una vez que sea designada candidata presidencial de los demócratas en la Convención del Partido, pues Donald Trump es conocido por la habilidad de difamar y defenderse políticamente, fórmula que le ha funcionado para vencer a sus rivales en este tipo de escenarios.
En su primer mitin de campaña en Milwaukee, Wisconsin, el pasado martes, Kamala Harris arremetió contra el expresidente Donald Trump, al que echó en cara sus problemas con la justicia.
“He visto depredadores de todo tipo. Depredadores que acosaban a mujeres, defraudadores que estafaban a los consumidores, tramposos que rompían las reglas de su propio juego. Así que escúchenme cuando le digo que conozco a los tipos como Donald Trump. Y en esta campaña, con orgullo, lucharé contra él”, dijo la vicepresidenta.
En su discurso de 17 minutos, en el que fue aclamada con entusiasmo por los asistentes, pidió el voto para evitar un futuro de “caos, miedo y odio”.
La vicepresidenta repasó una lista de prioridades liberales y dijo que, de ser elegida, actuará para ampliar el acceso al aborto, facilitar que los trabajadores se afilien a sindicatos y abordar el tema de la violencia armada.
Advirtió, además, que si Trump resulta reelegido otorgará exenciones fiscales a grandes corporaciones, recortará la Seguridad Social y Medicare, debilitará a la clase media y reducirá el acceso a la atención médica.
Desde que respondió a la confianza depositada en ella por el mandatario Joe Biden, tras desistir de la carrera presidencial, Harris declaró su intención de “unir al Partido Demócrata —y unir a nuestra nación— para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025”.
Nacida en Oakland, el 20 de octubre de 1964, Harris estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Howard y en el Hastings College of the Law de la Universidad de California. Por su edad, perfil y preparación, fue vista como la siguiente candidata a la presidencia, sobre todo cuando al inicio de su mandato Biden se consideró un presidente de transición, que no buscaría reelegirse.
Harris, comenzó con buen pie su carrera para lograr la nominación demócrata y los líderes de su Partido han comenzado a apoyarla.
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