El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, rindió homenaje a Corey Comperatore, el bombero que murió en el atentado contra el presidente ocurrido el sábado pasado en un mitin en Pensilvania.
Durante su discurso en la Convención Nacional Republicana, Trump caminó a un lado del escenario, donde estaba expuesto el uniforme de la víctima y besó su casco.
"El tirador le quitó la vida a uno de nuestros compatriotas estadounidenses, Corey Comperatore, una persona increíble, me lo dicen todos. (...) Fue un exjefe de bomberos muy respetado por todos. Lo acompañaba su esposa Helen, una mujer increíble, hablé con ella hoy, está destrozada, y sus dos hijas preciosas. Perdió la vida abnegadamente para proteger a su familia de las balas", recordó.
Trump dio las gracias al Departamento de Bomberos y a la familia del fallecido por enviar su casco y su uniforme a la Convención.
También anunció que se han recaudado 6.3 millones de dólares para la familia del bombero y para las dos personas que resultaron heridas en el mitin, dos hombres de 57 y 74 años, quienes ya están fuera de peligro.
"Hablé con ellos hoy y con las tres familias", reveló, y seguidamente aclaró: "Cuando hablé con la familia les dije: 'les voy a mandar mucho dinero, pero no puede compensar'".
Por último, el líder republicano pidió a los asistentes un minuto de silencio en memoria de Comperatore.
Tras ser declarado candidato presidencial del Partido Republicano, Trump aprovechó para contar lo que sucedió durante el intento de magnicidio que sufrió, y recordó que "la bala del asesino estuvo a un cuarto de pulgada de quitarme la vida".
Advirtió que sería la única vez que hable de ello, porque "es demasiado doloroso contarlo".
"Detrás de mí y a la derecha había una pantalla grande que mostraba un gráfico de los cruces fronterizos bajo mi liderazgo. Los números eran absolutamente asombrosos. Para ver el gráfico, comencé a girar, así, hacia mi derecha, y estaba listo para comenzar un giro más, que tuve suerte de no haber hecho, cuando escuché un fuerte silbido y sentí que algo me golpeó, muy, muy fuerte, en mi oreja derecha", contó.
"Me dije a mí mismo: 'Guau, ¿qué fue eso? Sólo puede ser una bala', y moví mi mano derecha hacia mi oreja, la bajé y mi mano quedó cubierta de sangre. Había absolutamente sangre por todo el lugar. Inmediatamente supe que era muy grave, que estábamos siendo atacados, y de un solo movimiento procedí a tirarme al suelo", agregó.
El mandatario explicó por qué decidió levantar su puño cuando los agentes de seguridad lo levantaron del suelo, una imagen que para sus seguidores y el mundo entero significa un gesto de ira y determinación a la vez.
"Cuando me levanté, rodeado por el Servicio Secreto, la multitud estaba confundida porque pensaban que estaba muerto, y había una gran, gran tristeza. Podía verlo en sus caras. Quise hacerles saber que estaba bien. Así que levanté mi brazo derecho, miré a las miles y miles de personas que esperaban sin aliento y comencé a gritar 'pelea, pelea, pelea'", dijo.
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