El gobierno de Santa Clara anunció que para la etapa del verano se entregará a cada núcleo familiar un litro de vino seco y uno de mermelada.
Se trata, según el portal oficialista de Facebook "Santaclareño", una venta que forma parte del esfuerzo de las autoridades para apoyar las actividades del periodo de descanso.
Esta "oferta extra" que recibirá la población se anotará en la libreta de abastecimiento, junto a la cada vez más exigua cuota de alimentos normados que llega -con demora- cada mes.
"Serán incorporados otros productos según disponibilidades de nuestros proveedores", agrega la nota.
La publicación fue recibida con apatía y desconfianza por los usuarios.
"Tremenda oferta. Por las nubes está ese litro de mermelada de mango y la poca calidad que tiene", expresó una mujer.
"Una gran oferta", ironizó un hombre.
"Ay, qué bueno. Gracias a eso mi hija tendrá sus vacaciones garantizadas", se burló una joven madre.
A los cubanos les espera este año un verano triste, con una escasez brutal de alimentos, mínima disponibilidad de transporte público y sufriendo constantes apagones.
Esta crisis económica ha sido el argumento del gobierno para reducir las ofertas recreativas para la etapa de vacaciones que recién comienza.
Dirigentes de los sectores cultural y deportivo se presentaron en la Mesa Redonda y aseguraron que hay programadas actividades, sin hacer referencia a los altos precios, en detrimento de los bajos salarios existentes en el país.
Por su parte, María del Pilar Macías Rutes, del Ministerio de Turismo, afirmó que "la joya de la corona en esta temporada es el campismo", cuando se conoce que la mayoría de los recursos son destinados al turismo internacional.
En diciembre pasado, el gobierno de Villa Clara anunció una oferta de alimentos para fin de año que cayó como un balde de agua fría a la población, por los excesivos precios de algunos de los escasos productos que se ofertaban, los cuales se comercializaron solo por la libreta de abastecimiento, a diferencia de años anteriores, cuando se vendieron de manera liberada.
La breve lista incluyó cinco libras de arroz a 92 pesos por lb, dos libras de frijoles, una de producción nacional a 270 pesos y otra importada a 375 pesos.
También, una botella de ron Decano, pasta de ajo y pasta condimentada, jugo de limón, colorante y un paquete de galletas.
La publicitada oferta no incluyó carnes ni vegetales, alimentos que forman parte de la mesa tradicional cubana en los festejos de fin de año.
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