A menudo, emigrar de Cuba se compara con el descubrimiento del mundo, como lo hace un niño cuando experimenta nuevas sensaciones, y uno de los principales hallazgos para los cubanos al escapar del régimen es la gastronomía.
En este sentido, el cubano José Luis Savio, quien reside en Uruguay, explicó en Facebook que en esa nación aprendió que hay un mundo más allá del congrí y la chuleta de cerdo.
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“Les voy a contar tres cosas que me fascinan de Uruguay”, dijo el hombre explicando que hasta ese momento desconocía su existencia y, por tanto, nunca las había probado.
Su primer hallazgo es el mate, una bebida de la cual admitió ser “adicto”.
El segundo descubrimiento fue el dulce de leche. “No sé si es de buena o mala calidad porque a mí me gusta cualquiera”.
“La tercera, muy difícil en Cuba, el asado”, expresó Savio quien admitió que los uruguayos son “los papá de eso (asados)”.
En el otro lado de la moneda están los cubanos que emigran y hacen popular la comida de la nación caribeña en los países que los acogen.
Por ejemplo, la llamada pizza cubana ha causado sensación en México.
Tres migrantes hicieron muy popular este platillo en Reynosa, cuando decidieron emprender un pequeño negocio de comida mientras esperaron su turno de asilo político en Estados Unidos, y en ese momento se convirtieron en toda una novedad en la zona.
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