El periodista deportivo cubano Carlos Hernández Luján dijo durante una reciente emisión del programa Bola Viva que su colega Renier González, protagonista de una encendida polémica tras filtrarse un audio en el que cargaba contra peloteros y aficionados de la Serie Nacional, simplemente está descansando en su casa y pidió que no haya una “segunda lectura”.
“Para todos aquellos que preguntan por nuestro amigo y colega Renier González, pues todavía no se siente listo en lo personal para comenzar a trabajar. Esta descansando en su casa. No hay una segunda lectura”, afirmó Hernández Luján en presencia de Guillermo Rodríguez Hidalgo y Duanys Hernández al inicio del programa.
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“Simplemente está descansando en su casa y tan pronto se sienta listo para regresar al trabajo, aquí lo esperamos y por supuesto en toda la programación de Tele Rebelde”, añadió el comentarista deportivo, negando implícitamente que González haya sido sancionado y que mucho menos esté despedido de los que hasta ahora eran sus espacios habituales en la televisión cubana.
“Dicen en la TV por qué no está está Renier González en Bola Viva y el resto de los programas deportivos y niegan una segunda versión sobre el tema”, escribió en Facebook el comentarista Yasel Porto al hacerse eco del fragmento.
En el apartado comentarios de su publicación muchos cubanos se mostraron indignados por la forma en que la televisión cubana intenta disimular y desvirtuar lo que consideran una realidad a voces.
“Ustedes son tontos y se creen que nosotros somos estúpidos. En Cuba cuando se dice que ‘está descansando’ es porque está tronado, en plan pijama o que explotó. No se presten más para el eufemismo ni la jerga ‘revolucionaria’”, sentenció molesto un internauta, criterios que siguieron varios.
Otros en cambio aprovecharon para arremeter contra Renier y traer nuevamente a la palestra las palabras que tanta polémica provocaron y que generaron tanto apoyo como fuertes críticas hacia el periodista deportivo.
“Él no está 'descansando' Está más bien 'avergonzado' de todo lo que provocó. Es obvio que tiene 'mandarria' pa' tomarse la decisión de apartarse un poco de los medios de prensa para darse él mismo una terapia por el requetemendísimo error que cometió... Ojalá esa banco-terapia le sirva para reflexionar y no volver a cometer esos errores de ofender y blasfemar sobre el patrimonio nacional que es el béisbol y no ofender a técnicos, directivos, entrenadores, jugadores y aficionados", arremetió contra Renier un aficionado.
"Estoy seguro que ahora mismo, no digamos 'deprimido' porque él se ve que tiene una personalidad fuerte... pero debe estar arrepentido de todo lo que dijo", añadió.
Tampoco faltaron quienes insisten en defenderlo a capa y espada y aseguran que no dijo más que la verdad sobre las tremenda crisis y el caos en que malvive la pelota cubana.
"No tiene que avergonzarse pues dijo la verdad. Solo queremos hacer leña del árbol caído. Es el mejor en narrar deporte, lo disfruta y es muy sincero", opinó alguien en favor de Renier González.
Fue el pasado 29 de abril que el portal deportivo Swing Completo publicó un audio filtrado que dejó al descubierto la radical opinión del comentarista deportivo sobre los aficionados y los peloteros cubanos, a raíz de uno de los episodios de violencia que se ha vivido en la actual Serie Nacional de Béisbol.
“Aquí la gente parece que tiene miedo de los aficionados. ¿Qué cosa? ¡Los aficionados saben un coño de pelota! La cogen con el lado más débil. ¡La Serie es una mierda! ¡Los peloteros son más malos que los árbitros!”, se le escuchó decir en la grabación compartida.
Tampoco se libraron de sus críticas los managers de los equipos que participan en la Serie. “Mandan a tocar la bola al tercer bate después que llegaron a base el primero y el segundo, ¡y nadie dice un coño! Entonces, ¿de qué coj… estamos hablando? ¡Una partía de estúpidos es lo que son!”.
En un arranque de sinceridad, el comentarista deportivo despotricó contra prácticamente todo la pelota cubana actual, vertiendo sus opiniones de manera directa y hasta hiriente contra peloteros y aficionados.
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