Una cubana residente en el poblado El Caney, en Santiago de Cuba, denunció que ante la falta de un carro fúnebre para trasladar los restos mortales de su bisabuela tuvieron que recurrir a una camioneta particular.
"Tenían que enterrarla desde las 8:30 de la mañana. Se llamó y dicen que el carro salió con otra persona fallecida”, se quejó en declaraciones a Yosmany Mayeta la mujer, quien dijo que a duras penas le dieron esa respuesta y le colgaron el teléfono.
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"Ayer fue trasladada para acá en una camioneta arrendada, y ahora parece que será lo mismo. No sabemos a dónde vamos a parar en este país con tantas negligencias", apuntó la familiar de la anciana fallecida.
Varias horas después, la funeraria arrendó un carro privado de carga de pasajeros para sacar el féretro y llevarlo hacia el cementerio, que queda a unos pocos kilómetros.
Un video difundido por el citado comunicador mostró una escena cada vez más recurrente a lo largo y ancho del país: un ataúd siendo transportado en todo tipo de vehículo menos en un carro fúnebre.
Las imágenes difundidas mostraron cómo tras ser acomodado en el suelo de la camioneta el féretro, los familiares y dolientes se sentado también en el interior del vehículo, aprovechando que era un vehículo de transporte de pasajeros.
En mayo de 2023, José Borrero Sotomayor, director provincial de Servicios Comunales, en declaraciones al periódico oficialista Sierra Maestra salió al paso de “rumores mal intencionados que pululan en la calle” y desmintió la licitación de los servicios funerarios “a las nuevas formas económicas no estatales”, las conocidas Mipymes.
“Los servicios funerarios continúan siendo subsidiados por el Estado. Se cobra lo reglamentado por Resolución: los traslados interprovinciales tienen un precio de 4.00 pesos por kilómetros recorridos, la cremación 340 pesos, la exhumación 156 y los arreglos florales -coronas y ramos- de acuerdo con la solicitud del doliente”, aseguró entonces el funcionario.
Algo que, a juzgar por la citada experiencia de la familia de El Caney, no se cumple.
Según el directivo, la provincia de Santiago de Cuba contaba apenas con diez carros fúnebres el año pasado, siendo insuficiente para una provincia de más de millón de habitantes y la mitad de ellos residentes en el municipio cabecera.
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