La niña cubana Amanda Lemur Ortiz ha tenido que recibir varias transfusiones de sangre y plaquetas desde el sábado, cuando tuvo que volver al salón para una nueva intervención quirúrgica en España.
Este domingo, según informó la activista Yamilka Lafita (Lara Crofs), la pequeña pasó la noche en seguimiento constante porque seguía con sangramiento y los cirujanos comenzaron a pasarle medicamentos para detener la hemorragia.
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"Si no deja de sangrar, la pasarán al salón de nuevo para limpiar ese coágulo que tiene y cerrar lo que sea que esté produciendo ese sangrado", advirtió en Facebook.
"La beba está sedada, así que no siente ningún dolor por el momento. Está orinando bien y los demás parámetros son monitoreados constantemente", precisó.
Lara hizo una directa el sábado para dar detalles de la situación de la menor.
Recordemos que Amanda, quien el pasado 15 de marzo fue sometida a un trasplante de hígado, tuvo que entrar el sábado de nuevo al quirófano para una cirugía correctiva, ya que los médicos querían rectificar una conexión del conducto biliar con la que no estaban conformes.
Según explicó Crofs, dicho conducto es el principal encargado de que las bilis drenen, y tras el trasplante no estaba cerrando o acoplando como debía.
"Esto se supo desde el primer día, los médicos han estado esperando para ver si funcionaba solo y no tener que volverla a intervenir", aclaró.
Por ese motivo la niña nunca estuvo cerrada del todo, solo tenía unas puestas pinzas.
La nueva operación para reajustar el conducto fue muy larga, pero exitosa. Los cirujanos hicieron una perforación con un catéter en el riñón de Amanda para ayudar a que el drenado sea mas fácil. Pero después, la niña comenzó a sangrar bastante.
"Han tenido que transfundirla varias veces, porque perdió una cantidad de sangre sustancial, al parecer debido a esta nueva perforación que hicieron en el riñoncito", acotó Lara.
No obstante, la activista pidió ser positivos y aclaró que Amanda no está grave, sino de cuidado.
"Ha tenido este sangramiento pero no está en una situación crítica, extrema, gracias a Dios. Simplemente, en el estado en que ella está, es bastante alarmante cualquier situación y sangrado. En una niña con el sistema que tiene Amanda, las plaquetas y la hemoglobina empiezan a bajar y todo se puede complicar en un segundo", recalcó.
En cuanto a la recuperación de Emmanuel, el padre de la menor y quien le donó parte de su hígado, Crofs reveló que está mucho mejor, con dolor aún, pero ya da pasos cortos y comienza a valerse por sí solo.
La activista no dejó de recordar que el desgaste enorme con el que la niña llegó a España es la causa fundamental de todos los problemas con los que ha tenido que lidiar.
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