El expresidente de Estados Unidos Donald Trump se declaró a favor de prohibir el aborto después de la semana 15 de embarazo, aunque con excepciones.
"Vamos a fijar un momento, y tal vez podamos unir al país sobre ese tema", dijo esta semana en una entrevista en el programa "Sid & Friends in the Morning", de la emisora WABC.
"En cuanto al número de semanas, la gente está de acuerdo en 15. Y estoy pensando en términos de eso. Y el resultado será algo muy razonable. Pero la gente realmente está de acuerdo, incluso los de línea dura, parece ser que 15 semanas parece ser un número en el que la gente está de acuerdo", detalló.
El líder republicano, quien hasta el momento se perfila como el candidato de su Partido que enfrentará a Biden en las elecciones de noviembre, ha admitido que para garantizar la victoria aceptaría incluir excepciones en la ley para los casos de violación, incesto y cuando la vida de la madre corre peligro si se continúa el embarazo.
"Apoyo la gran mayoría de los republicanos en esto. Este es el problema, tienen que ganar elecciones. Si no, volverían al punto de partida", señaló.
Trump criticó a los demócratas por no apoyar una ley que limite el aborto en los estados que permiten la interrupción del embarazo. A pesar de su disposición a firmar una prohibición nacional, en su opinión este tema debería ser regulado a nivel estatal.
"Todo el mundo está de acuerdo (lo hemos oído durante años), todos los juristas de ambos lados están de acuerdo: es una cuestión de Estado. No debería ser una cuestión federal, es una cuestión estatal", afirmó.
En junio de 2022, el exmandatario elogió la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de revocar la ley Roe vs. Wade, que reconocía el derecho constitucional de la mujer al aborto y lo legalizaba en todo el país.
"Esto es consecuente con la Constitución y devuelve derechos que se debieron dar hace mucho tiempo", subrayó entonces.
En entrevista con Fox News, cuando le preguntaron si sentía que jugó un papel en el fallo de los jueces, solo respondió: "Dios tomó la decisión".
Durante su presidencia, Trump había designado a tres jueces conservadores –Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett– para el Tribunal Supremo, con lo cual la Corte se volvió mayoritariamente conservadora.
Por ello, al dirimir sobre la anulación de la ley del aborto, hubo una victoria republicana abrumadora de 6-3 sobre los magistrados designados por demócratas.
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