El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel afirmó que él no vive ajeno al pueblo y que el primer termómetro para conocer el estado de opinión de la población son sus amigos y su familia.
Cuatro días después de las protestas que sacudieron varias localidades de Cuba, donde cientos de personas salieron a las calles a exigir sus derechos, Díaz-Canel se presentó en la televisión a tratar de dar una imagen de persona humilde y empática con las necesidades de la gente.
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"Ninguno de nosotros vive ajeno al pueblo. Estoy en un entorno familiar, de amistad, de trabajo, donde las personas tienen los mismos problemas de la población porque son parte del pueblo", dijo.
"Por lo tanto, a mí mis amigos, mi familia también, en el mejor sentido, se quejan de que la situación está dura, comparten con nosotros esos criterios", añadió.
El mandatario señaló que existen mecanismos para estudiar los estados de opinión que les llegan en tiempo real, pero insistió en que sus familiares y allegados son la vía más directa por la que él se entera de lo que piensa la gente.
Reveló que debido al aumento de los apagones, los últimos sondeos muestran que solo el 10% de la ciudadanía está conforme con la gestión de la crisis energética, y baja cifra son personas que reconocen el esfuerzo de los trabajadores del sector eléctrico.
Díaz-Canel fue entrevistado por su amiga, la periodista Arleén Rodriguez Derivet, en un nuevo programa dedicado a hacer loas al régimen en el que el gobernante será el anfitrión habitual.
En esta primera emisión, dedicada a las protestas del 17M, habló en un tono más suave que el día anterior, cuando mostró una actitud desafiante al acusar a Estados Unidos de incitar al pueblo a echarse a la calle.
"Que vengan y lo demuestren. Que intenten derribarnos. Verán lo que les pasará", afirmó el miércoles en declaraciones a NBC News.
El dirigente tildó la política estadounidense hacia el pueblo cubano de "intervencionista" y de "desprecio", y una vez más culpó al embargo económico de la crisis en la Isla, lo que provocó las protestas.
También aseguró que la revolución es muy "sólida" y que el pueblo es muy consciente de lo que significaría perderla.
El miércoles, la termoeléctrica Antonio Guiteras volvió a sincronizar con el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) tras una enésima parada por avería.
La Guiteras reportó horas antes una nueva rotura, detectada menos de 24 horas después de haber finalizado un mantenimiento en profundidad y haber entrado en funcionamiento.
El periodista oficialista José Miguel Solís pretendió restar importancia diciendo que la instalación estaba reparando "un inconveniente en caldera, punto rojo, que no es compleja la solución".
En el mismo tono, el ingeniero Rubén Campos Olmos comentó que la aparición de nuevas averías son sucesos "naturales tras un intenso mantenimiento".
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