La Fiscalía provincial de Holguín rectificó esta semana la decisión del fiscal Á. W. Sánchez y decretó la prisión provisional para Miguel Antonio R. S., exsubdirector del politécnico Panchito Gómez Toro, de esa ciudad, acusado de violar a una adolescente de 15 años, que tiene diagnosticada una edad mental de 10 años.
El escrito de la Fiscalía, notificado este viernes y que el docente puede recurrir, responde a la reclamación interpuesta por la madre de la menor ante la Oficina de Atención a la Población de la Presidencia de la República, en la que mostraba su disconformidad con la dilación del proceso, el resultado de la investigación y la ausencia de medidas cautelares ante la gravedad de los hechos denunciados el 7 de diciembre de 2023. Ese mismo día, el subdirector de la escuela donde estudiaba la niña fue detenido a las 19.30 horas, pero quedó en libertad dos días después, pese a que la abogada de la víctima pidió la prisión provisional para el imputado.
Sin embargo, el fiscal Sánchez denegó el pasado 23 de febrero las medidas cautelares solicitadas por lo que la defensa interpuso un recurso de queja contra esa decisión, que fue aceptado el 29 de febrero, un día después de que CiberCuba publicara el caso. El cambio de criterio, según la Fiscalía, incluye también el cambio a un delito de mayor marco sancionador de corrupción de personas menores de edad. Este proceso de instrucción debe durar unos 90 días, prorrogables hasta 180 a partir de la resolución de inicio.
En el mismo documento, la fiscal recuerda a la familia de la menor, que al haberse personado en el proceso debe presentar pruebas que ayuden a esclarecer los hechos. También le da explicaciones sobre la dilación del caso, la ausencia del fiscal durante la exploración de la menor y la falta de respuesta a la queja interpuesta ante el Tribunal Militar, al que se quejó la madre de la niña.
También le explican que tras conocerse los hechos, el subdirector de la escuela en un primer momento fue suspendido de empleo y sueldo durante 30 días y luego, separado definitivamente del sistema educativo.
La agresión sexual se produjo el 7 de septiembre pasado cuando el subdirector, valiéndose de su autoridad, llevó a la adolescente, a las 7.00 horas, a un aula situada en un cuarto piso de la escuela, cerró la puerta con candado y mantuvo con ella relaciones sexuales no consentidas ya que la niña quiso salir de allí y él no se lo permitió. Sin embargo, la Justicia cubana entendió anteriormente que si no gritó, no había una violación sino un delito menor.
La madre defiende que estamos ante una violación porque siete días después de los hechos, los médicos aún detectaron en la menor signos de violencia. Se da la circunstancia de que la adolescente aún era señorita en el momento en que el subdirector la encerró en el aula.
En opinión de la madre de la niña, el proceso judicial está "viciado" porque la propia esposa del subdirector de la escuela asegura que éste tiene una hermana de la Seguridad del Estado en Holguín. Para ella la decepción es mayúscula porque asegura que pertenece a "una generación donde la protección de un menor de edad era prioritaria, donde creíamos que existía la justicia y que por si una mala jugada del destino éramos víctima de determinado delito, podríamos acudir al Estado por protección. Era de esa generación", señala en una carta enviada a CiberCuba.
La niña, que recibe tratamiento psicológico desde que tenía cinco años, porque es tímida, retraída y tiene "una capacidad mental reducida", cambió de la noche a la mañana tras el incidente. La madre empezó a notar que dormía mal y hablaba mientras dormía. Finalmente se enteró porque la niña lo comentó a una amiga del politécnico y ésta se lo dijo a su mamá que, a su vez, se lo contó a la guía base de su escuela. Esta profesora fue quien la llamó y le informó de lo ocurrido.
Ella cuestiona que su hija, con una edad mental de 10 años, pueda exonerar de responsabilidad al subdirector de la escuela, solo porque la ley entiende que al no existir violencia, fuerza o intimidación no es violación, sino un delito menor penado con entre 1 y 3 años de cárcel. La madre cuestiona, además, que teniendo en cuenta la discapacidad de su hija se entienda que pudo haber consentimiento, ignorando que el subdirector le triplica en edad y en madurez.
A todo esto hay que sumar que tras lo ocurrido y antes de que llegara la denuncia ante la Policía, el subdirector dejó de prestar atención a la niña, a la que antes de abusar de ella agasajaba continuamente regalándole comida y "chupas". Nada más tener conocimiento del caso, la madre pidió el traslado de centro y la menor estudia ya en otra escuela. Hasta la fecha no ha vuelto a encontrarse con su violador, pero tiene miedo de que él aparezca en cualquier momento.
Éste no es el primer caso de una madre cubana que denuncia la laxitud de la Justicia en Cuba a la hora de juzgar a los violadores. En junio de 2021, CiberCuba publicó el caso de una menor de 13 años que sufrió una violación grupal y lejos de encarcelar a los violadores, los dejaron en libertad y estos iniciaron una campaña para desacreditar a la niña. Ante la presión mediática, se aceleró el proceso y los seis violadores fueron condenados a penas de 21 años de cárcel.
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