Corea del Sur fijó su mirada en Cuba como un mercado potencial sin explorar, tras más de sesenta años de haber roto relaciones diplomáticas.
El gobierno de Seúl considera que las nuevas relaciones entre los dos países abren un horizonte de oportunidades comerciales. Han manifestado un claro interés en recursos de minerales cubanos como el níquel y el cobalto que son componentes esenciales para las baterías que alimentan los vehículos eléctricos.
Este interés se hace patente en un contexto en el que Corea del Sur ya es un gigante en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, albergando a tres de los cinco principales fabricantes a nivel mundial.
La cooperación podría ser un trampolín para la expansión surcoreana en toda la región de Latinoamérica. También consideran que más allá de los minerales, existen posibilidades de llevar a Cuba productos cotidianos que le hacen falta a la población de la isla, incluyendo electrodomésticos y maquinaria especializada.
Sin embargo, el gobierno de Miguel Díaz-Canel recuerda que toda aspiración comercial deberá enfrentarse con el embargo estadounidense a Cuba, un desafío para el comercio y la economía de la isla a nivel internacional.
Corea del Sur deberá encontrar las vías para superar esta situación si pretende materializar sus planes de cooperación económica con Cuba.
Mientras tanto, la isla caribeña enfrenta una severa escasez de todo tipo de productos y de combustibles para generar electricidad, un factor que Corea del Sur ve como una oportunidad para la cooperación en el sector energético.
Además, los sectores de medicina y biotecnología se perfilan como campos fructíferos para la colaboración científica y técnica entre las dos naciones.
Con este reciente acercamiento diplomático, Seúl espera poder establecer un consulado en Cuba que facilite la asistencia a los ciudadanos surcoreanos que viajan a la isla.
La regularización de las relaciones se concretó con el intercambio de notas entre los representantes de ambas naciones en las Naciones Unidas, el 14 de febrero. Esto marca el inicio de una nueva era en la conexión entre Corea del Sur y Cuba.
Los vínculos diplomáticos entre los dos países quedaron rotos con la llegada al poder de Fidel Castro. El gobierno cubano dio su apoyo a Corea del Norte en 1960.
Desde entonces, el régimen ha mantenido con Pyongyang una alianza histórica, política e ideológica que la semana pasada insistieron en ratificar, a través de varios mensajes en las redes sociales.
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