El libro Josué de Castro y la diplomacia del hambre fue presentado el viernes último en la Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH) 2024, por uno de sus autores, el brasileño José Graziano da Silva, agrónomo, académico y director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) entre 2012 y 2019.
En medio de la peor crisis alimentaria que ha registrado Cuba en las últimas seis décadas, el régimen castrista propició la presentación en la Feria del Libro de un texto que se adentra en la vida y obra del brasileño Josué de Castro, uno de los pioneros en los estudios sobre el hambre y la desnutrición en el mundo, quien fuera presidente del Consejo de la FAO en 1951.
Da Silva, con más de 30 años de experiencia académica, profesional y política en temas de seguridad alimentaria y desarrollo rural, dijo que el nutriólogo brasileño “se convirtió en un geógrafo del hambre e intentó comprender y divulgar todo el espectro del fenómeno”, reseña la página web de la FILH 2024.
La nota asegura que, luego de presentarse el libro, se estableció “un interesante diálogo entre la audiencia y el escritor brasileño sobre la seguridad alimentaria”, y recalca: “Un tema más que relevante tanto para Brasil como para Cuba”.
El sitio oficial de la feria indica, citando a Da Silva, que “el mapa del hambre de Brasil en 2022 muestra los resultados del agravamiento del fenómeno causado por la implementación de políticas neoliberales”.
Sin embargo, no hace mención a la situación actual de inseguridad alimentaria y hambre en la isla, salvo cuando afirma, de soslayo, que “el debate estuvo orientado a la posibilidad de colaboración entre las universidades cubanas y las de Brasil para fomentar programas de erradicación del hambre y el tratamiento a problemas nutricionales”.
“Antes el hambre era rural, ahora, es metropolitana. Concentrar nuestros esfuerzos en lograr la seguridad alimentaria debe ser una tarea de primer orden. Por tal motivo, me emociona mucho presentar este libro en la FILH”, aseguró Da Silva en el lanzamiento del texto del que es coautor y que fue publicado por la Fundación Alexandre de Gusmão, adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
La nota afirma que los asistentes a la sala de Brasil en la feria habanera pudieron llevarse un ejemplar autografiado del libro.
Según señaló la FAO previo a esta presentación, las reflexiones y liderazgo de Josué de Castro, médico de formación e investigador, fueron de significativo valor para esa organización, que “continúa trabajando para conseguir sistemas agroalimentarios más inclusivos, eficaces, resilientes y sostenibles, en particular, ante la creciente crisis climática”.
Añadió que sus textos Geografía del hambre y Geopolítica del hambre sirvieron para crear el programa Hambre cero, puesto en práctica en Brasil a principios de la década de 2000.
Para los cubanos residentes en el país, el libro pudiera ser de mucho interés si no estuvieran viviendo en la actualidad una auténtica “antropología del hambre”, pues el aumento de los precios de los alimentos, las estrategias gubernamentales basadas en la captación de divisas internacionales en detrimento del poder adquisitivo de la ciudadanía y la inoperancia de los sistemas agropecuarios y productivos cubanos hacen insostenible la situación de la población.
Podría haber sido de mucho provecho llevarse a casa un libro como ese, de seguro ilustrativo y enjundioso, si no tuvieran que enfrentarse a la escasa disponibilidad de alimentos que les permite hacer apenas una comida al día; sin dejar de mencionar a los jubilados, cuyas exiguas pensiones no les permiten ni comprar lo básico, la mayoría de las veces, por el indetenible ascenso de los precios de los alimentos en el país.
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