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Un joven cubano que fue detenido por agentes de la Seguridad del Estado a primera hora del pasado 28 de noviembre, falleció mientras estaba bajo custodia de las autoridades, según denunciaron en redes sociales en las últimas horas varios activistas.
La Seguridad del Estado le dijo a la familia que el joven -identificado como Joelvis Viscay Hernández- se ahorcó en una celda en el centro de detención de la Seguridad del Estado que está ubicado en el km 1½ de la carretera del municipio El Salvador.
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Viscay Hernández fue detenido sobre las 5 a.m. del 28 de noviembre en su domicilio por causas que no han trascendido.
Su hermano, Roydeinis Viscay Hernández, ha dicho que su hermano no era hombre de ahorcarse ya que había estado preso y "conoce bien las artimañas de la policía".
Según el testimonio del hermano -citado por activistas- el cadáver no tenía marcas en la zona del cuello, pero sí tenía hematomas en el cuerpo.
Los familiares están esperando para sepultarlo en el cementerio San Rafael, en la ciudad de Guantánamo. A la familia le impidieron velar el cuerpo en una funeraria por temor a protestas de familiares y amigos.
"Su muerte está en incógnita porque no quieren que vean su cuerpo. Quien iba a declarar toda la verdad, hoy lo tienen detenido para que no hable. Todos sabemos cómo trabajan esos tiranos", escribió en Facebook Yonimiler del Río Polo, presidente en Movimiento de Derechos Humanos Mario Manuel de La Peña.
Al cierre de esta nota no hay otros detalles confirmados sobre el caso.
La muerte de Joelvis Viscay Hernández bajo custodia de las autoridades tiene lugar pocos días después de la muerte, por presunta negligencia médica, del preso político de 37 años, Luis Barrios Díaz, quien permanecía en la cárcel desde las protestas del 11 de julio de 2021.
En ese caso el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció la muerte de Barrios por supuestas irregularidades y negligencias de las autoridades penitenciarias.
El preso murió en el hospital La Covadonga, de La Habana, como consecuencia de complicaciones respiratorias derivadas de una enfermedad mal atendida. Barrios había presentado síntomas preocupantes desde agosto. Fue internado en la enfermería de la prisión 1580 de San Miguel del Padrón y más tarde trasladado al citado hospital para recibir atención especializada.
No obstante, a pesar de las advertencias médicas, las autoridades decidieron retornarlo a la prisión aludiendo a la falta de recursos para el traslado y vigilancia hospitalaria. Esa decisión conllevó a un deterioro crítico de su salud y al final, a su muerte.
El caso de Barrios se suma a otras denuncias de reclusos que presentan un evidente deterioro de salud, entre ellos, Félix Navarro, José Daniel Ferrer y Lázaro Yuri Valle Roca.
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