Un cubanoamericano de 24 años con antecedentes de enfermedad mental, murió en la tarde del domingo tras ser baleado en su propia vivienda por una agente de la policía de Homestead, en Miami-Dade.
La policía acudió a la residencia tras una llamada de emergencia de la abuela del joven, quien indicó que su nieto se había encerrado en el baño con un cuchillo de cocina.
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La mujer estaba solicitando que entraran a su casa con la intención de hospitalizar a su nieto bajo la Ley de Baker, que regula la obligatoriedad de un enfermo mental de someterse a un examen involuntario en un hospital en caso de crisis.
“Yo nunca pensé esto, yo le dije, ‘por favor, no le hagan daño a mi nieto’”, dijo entre lágrimas Caridad Roseti, abuela del fallecido, en declaraciones a America Tevé.
La familia exige justicia, pues aseguran que las autoridades conocían sobradamente el caso y que ya habían intervenido con anterioridad en la vivienda, ubicada en el 1298 de la avenida 12 y la 11 place del sureste del condado.
La madre y la abuela del joven fallecido -identificado como Daniel Allen Kempf- insisten en que no había armas de fuego en la vivienda y que aunque se había encerrado con un cuchilllo en el baño, no suponía un peligro para nadie, o al menos un peligro al que no pudiera hacer frente un agente entrenado para casos así.
“Mientras se llevaba a cabo una investigación, se produjo un enfrentamiento con un sujeto, momento en el que una oficial de policía de Homestead se vio obligada a disparar su arma de fuego. El sujeto fue declarado fallecido en el lugar”, declaró por su parte el capitán Fernando Morales, vocero de la policía de Homestead.
“Los policías lo mataron ahí dentro 'del cuarto' con la pistola, él estaba enfermo y la policía lo mató, era un niño enfermo pero joven, de 24 años, eso no tiene perdón de Dios”, reiteró entre lágrimas la abuela del fallecido.
Sobrecogedoras fotos compartidas por la familia de la víctima muestran el reguero de sangre que quedó en el baño tras los disparos.
“Ellos dispararon a mi hijo a matarlo. Hay dos huecos en mi pared, quiere decir que los otros tiros fueron para mi hijo y lo mataron en el baño, quiere decir que él no tenía lugar para moverse hacia ninguna parte. Fue un delito lo que hicieron ellos”, opinó Yaneisy Roseti, madre del fallecido.
“Estábamos tratando de ayudarlo, lo íbamos a llegar al hospital... pero fue de Baker Act a matarlo. Nosotros no teníamos armas en la casa y fueron a todos los cuartos como si algo estuviera pasando drogas o algo, todos los cuartos los viraron al revés”, agregó la madre del fallecido.
Cada cierto tiempo Daniel Allen Kempf atravesaba episodios de crisis y se ponía un poco agresivo, pero la familia alega que nada justifica que el joven haya sido baleado hasta provocarle la muerte.
Al cierre de esta nota no hay disponibles otros detalles oficiales sobre lo ocurrido.
El Departamento de Aplicación de la Ley de Florida se encuentra a cargo de la investigación.
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