La agresión desatada por terroristas del grupo islámico Hamás contra civiles en Israel dejó impactantes imágenes que circulan por redes sociales.
Entre las escenas más dantescas que dejó la violencia terrorista están las grabadas por los jóvenes que asistían el sábado a un festival en Israel, y que fueron víctimas de un exterminio masivo que deja, de momento, más de 260 cadáveres.
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Coincidiendo con la festividad judía del Sukkot, el festival fue el macabro escenario elegido por Hamás para sembrar el terror y el dolor entre los israelitas. Celebrado en pleno desierto del Neguev, el sábado cientos de jóvenes festejaban con música electrónica cerca del kibbutz Reim.
Los cientos de asistentes al Festival de Música Nova –individuos en su mayoría entre 20 y 40 años- fueron testigos del lanzamiento de cohetes desde Gaza. Posteriormente, el terror llegó en forma de escuadrones de individuos armados que llegaron al lugar disparando contra los civiles, lo que provocó una estampida entre los participantes.
“Fuimos alertados por una 'sirena roja'. Se produjo el caos, especialmente cuando los vehículos intentaban salir. Luego comenzaron los disparos y comenzamos a correr. Todavía estamos escondidos y esperando el rescate”, relató Daniel según 20 Minutos.
Otro asistente contó que él y su amigo quedaron atrapados en un vehículo durante tres horas luego de ser heridos. "Vio morir a su amigo delante de sus ojos", dijo la madre del joven en declaraciones recogidas por el citado medio.
Los testimonios de los supervivientes y las imágenes grabadas por muchos de ellos resultan estremecedores. “Vi a un hombre retenido por un grupo de niños árabes. Tenían como 16, 17 años”, recordó un sobreviviente al periodista Liel Leibovitz.
“Son niños, pero ya son hombres jóvenes… Sostenían a este tipo mientras él veía como su novia era montada en una bicicleta y alejada de él. Dios sabe lo que será de ella... Las mujeres han sido violadas en el área de la rave junto a los cuerpos de sus amigos, cadáveres”, le relató el testigo ocular de la masacre.
El tiroteo comenzó sobre las siete de la mañana. Muchos fueron ejecutados en el acto. Hasta el momento se han encontrado 260 cadáveres en el lugar de la rave, según el Servicio de Identificación de Víctimas de Desastres (ZAKA), una organización de voluntarios reconocida por el Gobierno israelí, encargada de la retirada de cuerpos de los fallecidos. Se calcula que en la rave habían entre 4,000 y 5,000 personas.
Otros fueron capturados, atados y secuestrados. Acorde a lo publicado por Leibovitz en Tablet, varias de estas víctimas de violación parecen haber sido ejecutadas posteriormente. Otras fueron llevados a Gaza. En fotografías publicadas en línea, se puede ver a varias desfilando por las calles de la ciudad, con sangre brotando entre sus piernas.
“Sentí como si estuvieran disparando justo por encima de nuestras cabezas”, recordó un superviviente. “Me adentré en un arbusto... Sentí como si los disparos vinieran desde 180 grados, a nuestro alrededor. Creo que estuvimos allí al menos un par de horas. No tenía nada conmigo y pensé: lo único que quiero es un arma. Quiero algo que nos proteja”.
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