La policía de Miami detuvo a una madre que mantuvo cautiva a su hija durante más de seis años, sin dejarla salir a la calle y ni siquiera la inscribió en la escuela.
Kelli McGriff-Williams, de 42 años, está en la cárcel acusada de cargos de negligencia infantil.
La mujer no le permitía a su hija, ahora de nueve años, ver a su padre ni a otros familiares. La menor pasaba casi todo el tiempo dentro de su cuarto y su madre no siempre la alimentaba.
El matrimonio formado por Shawny y Craig Bowe, tíos paternos de la niña, dijeron a NBC6 que desde 2017 su sobrina no estuvo con nadie, fuera menor o adulto.
La menor se encuentra ahora al cuidado de su padre -quien luchó durante años por su custodia-, y está aprendiendo ahora a hacer cosas cotidianas como levantarse temprano, ir a la escuela, acostarse a ciertas horas y comer determinados alimentos.
"Desde el punto de vista del desarrollo, ella realmente tiene cuatro años. Y eso es difícil", dijo Craig Bowe.
Los Bowe relataron que esta semana fue la primera vez que vieron a la pequeña en estos años, que trataron de hacerlo durante mucho tiempo, pero la madre siempre lo impidió.
No pensaron que la situación fuera tan mala, creyeron que su sobrina hacía una vida normal, y que la madre únicamente no quería que interactuara con su familia paterna.
La policía de Miami-Dade acudió a la casa de McGriff-Williams en agosto como parte de una investigación con el Departamento de Niños y Familias. Tras someterla a una evaluación de salud mental, fue arrestada el 1 de septiembre.
El jueves pasado, compareció en la corte, donde se le ordenó que se mantuviera alejada de su hija y se le impuso una fianza de 5,000 dólares.
La familia subió una petición de ayuda en la plataforma GoFundMe para recaudar dinero para pagar la terapia de la niña para recuperarse del trauma.
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