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Un artículo del Observatorio Cubano de Conflictos estima que el régimen cubano ha recibido 300 millones de dólares entre remesas y subsidios desde 1960.
Por ejemplo, desde 1993 Cuba ha recibido de los emigrados cubanos un total de 102,252 millones de dólares, fundamentalmente desde EE. UU., de ellos 52,252 millones en remesas familiares, y los otros 50,000 en paquetes con alimentos, medicinas y otros bienes de consumo, dice el artículo citando un estudio de Cuba Siglo XXI.
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A este monto se suman los 65,000 millones de dólares que, de acuerdo con el cálculo del economista Carmelo Mesa-Lago, el régimen recibió en materia de subsidios de la Unión Soviética también durante 30 años, desde 1960 a 1990.
“Dentro del total estimado se incluyen también 60,000 millones regalados por la dictadura Chávez-Maduro entre 2000 y 2016, y advertimos que desde 1960 la economía cubana ha recibido graciosamente, sin costo alguno, $227,000 millones de dólares, de ellos unos $187,000 millones en cash”, continúa el artículo.
Finalmente, agregan al cómputo el costoso armamento donado desde Moscú, además de vehículos, maquinaria industrial, equipos agrícolas, fertilizantes, harina, alimentos, y la reexportación de petróleo regalado, que en los años ochenta se calcula hasta los $500 millones de dólares anuales.
De esta manera, el Observatorio Cubano de Conflictos estima que el valor total de los activos recibidos gratuitamente por el castrismo se acerca a los 300,000 millones de dólares.
Un tercio de esto activos provendría de la diáspora cubana que ha financiado la maltrecha economía del régimen con la intención de ayudar a sus familiares dentro de Cuba.
El informe hace notar además que este monto no toma en cuenta el valor del dólar en el tiempo, ya que, por ejemplo, un dólar de 1965 vale hoy $16,21, uno de 1975 equivale a $8,51, y uno de 1985 ahora vale $3,47.
Finalmente, el artículo se pregunta cómo le iría a otro país del área de haber recibido los multimillonarios subsidios que derrochó el régimen cubano.
“Salta aquí a la vista la estafa colosal de lo que la izquierda militante sigue llamando revolución cubana. No ha habido jamás en la historia moderna un desastre más dramático para un país que el ocasionado por esa revolución, que no es otra cosa que una cofradía de vividores millonarios atornillados al poder para disfrutar la dolce vita a costa del hambre y la miseria del pueblo que dicen representar”, concluye.
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