La locutora cubana Marisela Alfonso Madrigal protagonizó este miércoles un emotivo reencuentro con su hijo en Canarias tras permanecer casi cinco años separados.
"¡Un yotutazo de la Madrigal!… Me fui", avisó primero y acompañó su anuncio de varias fotos en el Aeropuerto Internacional José Martí, devenido en el lugar más deseado por miles de cubanos en los últimos años.
La publicación acumuló en pocas horas más de 300 comentarios deseándole buen y viaje y alegrándose de su salida.
Un video publicado por la locutora horas después dio cuenta del momento en que se fundió con su hijo en un apretado abrazo.
"Hoy abrazo a mi hijo después de casi cinco años sin verlo. Gracias Virgencita de la Caridad del Cobre. ¡Un Yotutazo de bendición a nuestros corazones a lo Madrigal y en Grande!", escribió.
Marisela Madrigal -quien advirtió que el viaje es de visita- incluyó en su video "instrucciones" para la amiga que se queda al frente de su casa.
"Cierra la casa que hay muchos robos, no dejes de coger los mandados ni las cosas que vienen por el ticket, coge los cigarros... Regresaremos para la selva. Manténme al tanto de los apagones y no te preocupes, que te voy a traer velas y un farolito", dijo haciendo uso de la ironía que la caracteriza.
Una vez en el avión admitió sentirse nerviosa y averiguó con sus compañeras de asiento, de origen venezolano, si podía llevarse la almohadita que le habían dado para el viaje.
"¡De madre, qué miseria, el cubano siempre pensando en el mañana!", concluyó entre risas.
Luego llegó el momento del apretado abrazo que siempre emociona y que fue coronado con una cariñosa frase de su hijo: "¡Mamuca en Canarias!".
Como es usual en estos casos, decenas de comentaristas felicitaron a la afortunada, lamentaron la separación de las familias cubanas o se mostraron deseosos de poder reeditar ellos mismos momentos así.
Los videos de reencuentros de cubanos emigrados con sus familiares, las visitas sorpresas, los apretados abrazos en aeropuertos de cualquier rincón del mundo, van camino de convertirse en un género propio: uno cuyo rasgo distintivo por excelencia es la emoción.
La crisis migratoria de los últimos años ha convertido los reencuentros familiares en una conmovedora fuente de escenas que desatan la emoción de miles de ciudadanos de origen cubano, vivan donde vivan.
En marzo del pasado año Alfonso Madrigal confesó en una conmovedora publicación que hacía tres años que no podía disfrutar de la compañía de su hijo, besarlo ni abrazarlo. Admitió estar destrozada por ver a "Cuba muriendo" y a su hijo emigrar en busca de un mejor futuro.
“Virgen de la Caridad del Cobre te escribo para contarte mi dolor, y me atrevería a decirte que es el dolor de muchas madres, estoy destrozada viendo a mi Cuba muriendo, a mi hijo emigrando en busca de una vida mejor. Yo no soñé eso para él, lo traje a este mundo para que fuera feliz en su terruño y viviera del sudor de su trabajo, sin tener que abandonar la isla que lo vio nacer y a sus familiares”, escribió en esa oportunidad.
Casi un año y medio después de esas palabras, afortunadamente Marisela Alfonso Madrigal ha podido conjurar esa nostalgia de su hijo con un emotivo reencuentro.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: