Científicos cubanos eliminaron la primera aparición en el país de la Unomia stolonifera, una especie de coral blanco invasora, que se descubrió en septiembre de 2022 en la ensenada de Bacuranao, en el este de La Habana.
La especie, que debe haber llegado a Cuba desde Venezuela, según presumen los científicos, solo estaba confinada a un metro cuadrado de la pared del cangilón, a 11 metros de profundidad, fijada sobre una capa de alga roja calcárea incrustante, de acuerdo con un estudio científico citado por la Red Cubana de la Ciencia (Redcien).
En el lugar donde se detectó el coral invasor se desarrollaron estudios hasta el 13 de marzo pasado para su posterior erradicación, señaló la publicación “Presencia en Cuba de la especie marina invasora Unomia stolonifera (Gohar, 1938) (Octocorallia, Alcyonacea). Acciones para su control y Eliminación”.
“Con autorización de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental (ORSA), el 27 de marzo de este año se realizó la extracción de todos los ejemplares y su posterior destrucción, cuidando que no se esparcieran en el medio ni fuera del agua ejemplares ni fragmentos de ellos”, precisó el informe.
Reportes preliminares del Bojeo de Cuba confirmaron que el coral no se observó en otras localidades de las aguas alrededor del archipiélago cubano, lo que los expertos consideran una buena noticia.
“No tenemos criterios científicamente sustentados de cómo pudo haber llegado a Cuba esta especie invasora, suponemos que posiblemente como larvas en el agua de lastre de barcos petroleros procedentes de Venezuela”, sostienen los investigadores.
“Esta especie representa un peligro para los arrecifes coralinos de Cuba y del resto del Mar Caribe”, afirmaron.
En el estudio y erradicación también tomaron parte investigadores de varias instituciones, grupos de buzos aficionados y pescadores, que intercambiaron información a través de la “Red de Blanqueamiento” establecida por el Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de la Habana, con seguidores en todo el país, señaló Redcien.
El portal especializado advirtió que es necesario mantener una observación sistemática de los arrecifes, en especial entre La Habana y Matanzas, en el entorno del lugar del hallazgo, para “poder actuar con inmediatez en caso de que reaparezca”.
La Unomia stolonifera fue introducida en Venezuela por un aficionado para ornamentar los acuarios marinos y, posteriormente, se liberó al medio para que se reprodujera y poder comercializarla, pero se convirtió en una plaga, indicó la publicación.
“Desde 2000 ha colonizado casi 100 kilómetros de la costa caribeña de Venezuela, en el estado Aragua, el refugio Cuare en el estado Falcón y una gran porción del lecho marino en el Parque Nacional Mochima, donde está causando estragos en los ambientes marinos y suplantando a otras especies de coral. Al colonizar y suplantar las especies originales de los arrecifes coralinos, ha afectado la reproducción de los peces, de modo que se ha reducido la pesca comercial”, aseguró el reporte de Redcien.
“Las colonias de esta especie de coral blando de color blanco-rosado, nativo del Océano Indo-Pacífico, tienen largos tentáculos contráctiles (estolonitos) de tamaño variable, que extendidos puede medir entre unos 6 y 8 cm y retraídos apenas 2 o 3 cm. La larva de Unomia es muy resistente, puede permanecer viable por más de 48 horas en el interior de una colonia, incluso fuera del agua y expuesta al sol”, abunda la publicación.
Esta especie se propaga principalmente a través de las redes de los pescadores, en las anclas de los barcos y en el lastre de las embarcaciones que provienen de zonas infectadas. La Unomia puede establecerse y crecer como otros corales, a partir de fragmentos de la colonia.
De acuerdo con la publicación, para eliminar este tipo de coral hay que cortarlo de raíz, y “un buzo experto puede tardar alrededor de una hora para eliminar los ejemplares que crecen en un área de dos a tres metros cuadrados”.
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