Diego Armando Maradona dejó tantas frases imperdibles como detalles inolvidables en la cancha. Era zurdo para el fútbol, pero hablaba derecho. Y tanto, que las enemistades nunca le faltaron. Así, el remanso del ‘10’ siempre estuvo en la gente de a pie, esa que recibió cada semana sus inyecciones de felicidad.
Estas son unas pocas expresiones suyas que han quedado eternizadas en la memoria popular.
Fiel a su origen: “Yo no soy mago. Yo soy Diego, el que nació en Fiorito. Los magos son los que viven en Fiorito. Son magos porque viven con mil pesos al mes”.
Fe bostera: “Ganarle a River es como que tu mamá te venga a despertar con un beso a la mañana”.
Contra las exigencias sociales: “Sólo les pido que me dejen vivir mi propia vida. Yo nunca quise ser un ejemplo”.
En defensa de sus padres: “Todo lo que hice fue por mal aprendido, no por maleducado. Mis viejos no tienen la culpa”
Al denegársele la visa para entrar en Japón: “Siempre que llovió paró, pero a mí nunca me para de llover”.
Cuando le preguntaron si aceptaría estar en el banco de suplentes: “Si voy al banco es para sacar plata”.
A punto del retiro: “El otro día jugué un rato al fútbol y me di cuenta de que tengo menos piernas que una foto carnet”.
Tras la eliminación de Argentina frente a Holanda en el Mundial’98: “Quedar afuera de un Mundial sólo es comparable a ver cómo le pegan a tu vieja y vos estás atado a una silla”.
Genio y figura: “La bronca es mi combustible”.
En 2001, en su partido despedida: “Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha”.
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