Cuando era apenas un adolescente, Tristyn Lee se hizo famoso por sus músculos perfectamente delineados y su asombroso índice de grasa corporal (4%). Las redes sociales deliraron con aquel muchachito que confesaba haber sufrido bullying en la escuela debido a su corta estatura, lo cual lo llevó a una depresión de la que lo sacaron el fitness y el culturismo.
"No importa si te intimidan o golpean", dijo entonces. "El gimnasio siempre está ahí y eso es lo que te hará más fuerte".
El tiempo pasó, el estadounidense cumplió 21 años, y su cuenta de Instagram (donde tiene más de dos millones de seguidores) está ahora plagada de fotografías y videos donde da fe de los progresos experimentados en largas sesiones de entrenamiento. El volumen se ha incrementado y la definición es casi óptima en sus 160 centímetros de altura.
Según Lee, su físico es el resultado de no comer azúcar y seguir una dieta cetogénica sin comidas trampa y alta en proteínas, como se aprecia en videos donde muestra la gran cantidad de carne animal que consume. Y como ha confesado, el empeño de reducir la grasa corporal estuvo a punto de causar daño severo a su salud.
En no pocas imágenes se le ve acompañado por grandes figuras del culturismo como Larry Wheels, Simeon Panda o Bradley Martyn. "Ahora mi obsesión no tiene nada que ver con lucir mejor delante del espejo -cuenta-, sino en encontrar la mejor versión de mi mismo. En levantar cada vez más y más kilos y mejorar mi técnica en los ejercicios".
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