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El gobierno de Canadá advirtió a sus ciudadanos que deseen viajar a Cuba acerca de la escasez de artículos de primera necesidad que hay en la Isla caribeña.
En un comunicado, Canadá pide a sus nacionales que "extremen la precaución", pues en Cuba faltan los alimentos, las medicinas y el combustible.
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"Cuba enfrenta una escasez crónica y grave de artículos de primera necesidad, entre ellos: alimentos, agua embotella, medicamentos, combustible y moneda fuerte", dice el texto.
El documento precisa que la escasez de combustible es crítica y afecta a una amplia gama de servicios, no solo el transporte, sino el funcionamiento de los hoteles y de las gasolineras, donde se producen largas colas.
"Los servicios de transporte público, incluidos los taxis, a menudo se ven interrumpidos, lo que deja a los turistas pocas opciones para viajar. Algunos viajeros se han quedado temporalmente varados con un coche de alquiler. Es posible que los hoteles y complejos turísticos, que a menudo utilizan generadores durante los cortes de energía, no puedan mantener sus servicios", detalla.
En consecuencia, se aconseja a los turistas llevar consigo artículos de tocador y medicamentos, y tener a mano un suministro de agua, alimentos y combustible, y un kit de emergencia completo.
Canadá mantiene además las advertencias por peligro de robos, agresiones, fraudes, estafas, precios adulterados en los taxis, apagones, acoso sexual a mujeres, carreteras inseguras, drogas en bebidas y mala conexión de Internet.
Durante años, Canadá fue el principal emisor de turistas a la Isla, pero esas cifras han bajado debido a la insatisfacción por los servicios que reciben.
En junio, turistas canadienses que veraneaban en Cayo Santa María y cuyo avión sufrió una rotura, denunciaron que el hotel donde los alojaron hasta poder volar tenía pésimas condiciones de salubridad: estaba sucio, sin agua y con insectos, arañas y serpientes en las habitaciones.
La escasez de productos básicos y el aumento de la inseguridad son algunas de las razones por las que no se debería viajar a Cuba, donde además muchos de sus hoteles están depauperados, los servicios de renta turística son de la peor calidad y las ciudades y pueblos están destruidos, donde proliferan los entornos insalubres y con peligro de derrumbes.
En julio pasado, el gobernante Miguel Díaz-Canel admitió que el país no logrará los 3.5 millones de turistas internacionales que aspiraba a recibir este año, un duro golpe a los intentos de paliar la crisis económica.
El mandatario señaló que la recuperación del sector sigue impactado por la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo por el gobierno de Estados Unidos, y por otras cuestiones relacionadas con la logística, el combustible y la energía.
En marzo, el régimen reconoció que la industria del turismo tiene problemas como la insuficiente conectividad aérea, impagos a proveedores que interrumpieron la cadena de suministros, dificultades para acceder al mercado internacional, además de falta de personal para trabajar en hoteles e instalaciones turísticas.
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