La Unión Cuba-Petróleo (CUPET) del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) asoció el olor a gas denunciado por residentes en varias zonas de La Habana a la reapertura de la refinería Ñico López, que ha comenzado a refinar crudo después de un año sin ejecutar esas operaciones.
"Esta operación de la refinería, unido a la calma del aire que ha existido en los últimos días (sobre todo en horas de la madrugada y la mañana), ha ocasionado que los gases, producto de la combustión en la antorcha, generen los olores detectados en algunos repartos de La Habana", precisó CUPET en una nota informativa publicada en sus redes sociales.
La fuente informó que las empresas involucradas en las posibles emisiones tras las denuncias abrieron "investigaciones para detectar las causas y encaminar acciones".
Luego de recorrer y verificar las redes de gas de todas las zonas donde se reportaron los olores, no detectaron en los informes analizados causas que pudieran ocasionar esas emanaciones asociadas a sus redes.
CUPET precisó que, tras las denuncias de posibles salideros, en las últimas horas se activaron puestos de mando y personal especializado de la Empresa de Gas Manufacturado, de la Refinería Ñico López y del Centro de Investigación del Petróleo (CEINPET).
Sobre la refinería, la fuente oficial precisó que la entidad inició su cronograma de trabajo de acuerdo con lo previsto y en consecuencia, "se revisaron los sistemas de manipulación de los gases no condensables de desechos, comprobando que los mismos fueran dirigidos a la antorcha o fleare para su quema, que es el destino tecnológico que deben recibir los mismos".
Según CUPET, en estos momentos la refinería -localizada en el municipio Regla- "opera de manera estable, sin dificultades técnicas y con un control permanente del funcionamiento de los sistemas tecnológicos, vinculados con la quema en la antorcha, con el objetivo de minimizar estos efectos desagradables".
Las autoridades implicadas mantienen dos grupos de trabajo activos "realizando mediciones de calidad del aire en las zonas afectadas para, de ser necesario, actualizar estrategias e informaciones al pueblo".
La nota oficial concluyó reiterando a los clientes de gas licuado y manufacturado que quienes perciban olor a gas en sus hogares e instalaciones deben comunicarse con la empresa respectiva y hacer su reporte por los canales establecidos.
"A esta hora (10:55 pm) es perceptible el olor a gas en las inmediaciones de la Calzada de Ayestarán y Aranguren, Cerro. Durante varios días en este mismo horario se ha sentido el olor con mayor o menor intensidad", advirtió un comentarista en la publicación.
"¿Quiere decir que el olor se mantendrá hasta que haya otras condiciones del viento? ¿Esa es la solución? ¿Por qué si todo está perfecto entonces hay que seguir respirando esos gases? No puedo creer que no haya una variante tecnológica que resuelva este peligrosísimo problema", cuestionó otra residente en la capital.
En las últimas horas vecinos de áreas de Diez de Octubre, Cerro, Marianao y otros municipios expusieron en el grupo de Facebook "Madres cubana en Cuba y por el mundo" que el olor a carburantes era demasiado intenso en algunas zonas y estaba haciendo a muchas personas toser.
No se trata de la primera vez que la empresa cubana del gas en los últimos enfrenta críticas por denuncias de un fuerte olor a gas.
Meses atrás, pobladores de Puerto Escondido en Santa Cruz del Norte, provincia Mayabeque, denunciaron llamaradas y un fuerte olor a gas en la zona de la planta de Energas.
Llamaradas, explosiones, peste a carburantes y sonidos fuertes de sirena son una constante para los pobladores de esa localidad, quienes reclamaron a la empresa Energas por el peligro que supone las emisiones de hidrocarburos para la salud humana.
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