Una cubana residente en Minas de Matahambre, Pinar del Río, ha denunciado la inacción de las autoridades ante un parque inundado de agua albañales en el barrio donde reside.
Roxana Morejón aseguró en Facebook que los vecinos de su edificio llevan más de un mes intentando hablar al respecto con los dirigentes de su municipio sin recibir otra cosa que “un teléfono colgado”.
De esta manera, esta madre dirigió su post “al presidente de Cuba porque ya es el único que falta por conocer este desastre que tengo frente a mi edificio, cuando mis vecinas se han cansado de llamar a los directivos de este municipio (Minas de Matahambre) y a la provincia (Pinar de Río) respuesta ninguna”
Morejón comentó angustiada que “si a mi hijo nada más lo pica un mosquito y le transmite una enfermedad ya no sé al que voy a matar, pero de que me como al alguien me lo como”
Asimismo, aseguró que no retirará su post hasta que vea a un dirigente “resolviendo el problema y no bien vestidos en una foto o encabezando un acto”.
“No me hablen de política que no tiene nada que ver en esto y mucho menos de bloqueo, háblenme de vergüenza que es la que falta. Espero respuesta y que las personas compartan para que llegue a alguien que por lo menos venga y se ensucie los pies como nosotros lo hacemos todos los días”, concluyó.
Las denuncias por inundación de aguas albañales e insalubridad son comunes en las redes ante la indiferencia de las autoridades. En algunos lugares el problema lleva años sin solución.
Por ejemplo, las aguas albañales inundan desde hace años el reparto Pedro Pompa, en Bayamo, provincia Granma, y las autoridades siguen haciendo caso omiso de la situación de insalubridad, según denuncian los vecinos.
Los residentes de la calle Eduardo Galindo de ese reparto llevan años denunciando el río de aguas negras y las promesas vacías del gobierno-
Testimonios de los vecinos coinciden en que los niños pasan trabajo para ir a la escuela y no pueden salir a jugar porque en vez de una calle tienen un río.
Además, cuando llueve, aseguró una mujer, deben permanecer encerrados en casa porque aumenta el nivel del agua.
A finales de mayo, Jonathan Alarcón Leyva, un niño de 10 años, cayó en un registro de aguas negras y sufrió una herida en la rodilla derecha, por la que recibió cuatro puntos de sutura.
En junio, por su parte, un cubano denunció la inundación de seis meses con aguas albañales en su casa en Santiago de Cuba y preguntó a las autoridades “¿hasta cuándo la tortura?”.
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