El expresidente Donald Trump recibió este miércoles sendas malas noticias de los tribunales de Estados Unidos en medio de la ola de litigios y acusaciones en su contra.
En un fallo de 25 páginas, el juez de distrito Alvin K. Hellerstein rechazó la petición de Trump de trasladar su caso penal de un tribunal estatal de Nueva York a la corte federal, y argumentó que sus abogados no habían justificado las razones para cambiar de jurisdicción.
"Las pruebas sugieren de forma abrumadora que el asunto fue puramente personal del Presidente: un encubrimiento de un hecho embarazoso. El dinero pagado por silencio a una estrella de cine para adultos no está relacionado con los actos oficiales de un Presidente. No refleja en modo alguno los deberes oficiales del Presidente", escribió Hellerstein, según un reporte de la agencia AP.
La decisión prepara el escenario para que Trump sea juzgado en un tribunal estatal en Manhattan tan pronto como el 25 de marzo próximo, coincidiendo con la temporada de primarias presidenciales de 2024.
También, otro juez federal de Nueva York ratificó este miércoles el veredicto del jurado que ordenó a Trump a pagar $5 millones de dólares a la columnista E. Jean Carroll por un juicio civil el pasado mayo.
El juez Lewis A. Kaplan dijo que la decisión del jurado no fue "un resultado gravemente erróneo" ni "un error judicial", como habían alegado en su reclamación los abogados de Trump, que deberá indemnizar a la periodista por abuso sexual y difamación sobre un hecho ocurrido en 1996.
Los abogados de Trump habían pedido a Kaplan que redujera la indemnización del jurado a menos de un millón de dólares u ordenara un nuevo juicio por daños y perjuicios, pero la apelación resultó fallida.
El calendario judicial y las tormentas legales parecen bastante abultados para el expresidente, que está enfrascado en otro complicado caso en un tribunal de Florida por acaparar documentos clasificados y obstruir la labor de los investigadores. Se espera que el caso vaya a juicio en diciembre, aunque su equipo legal está tratando de posponerlo para después de las elecciones presidenciales de 2024.
De todas formas, el fallo de Hellerstein para impedir un cambio de jurisdicción puede ser aún retado ante el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York.
El juez Hellerstein dijo que la evidencia sugiere que el entonces abogado personal de Trump, Michael Cohen, organizó e hizo algunos de los pagos de dinero por silencio a la actriz porno Stormy Daniels a título personal, no al amparo de una oficina presidencial.
En abril, Trump se declaró inocente ante un tribunal estatal de 34 delitos graves por falsificación de registros comerciales para ocultar reembolsos hechos a Cohen por su rol en el pago de $130,000 dólares a Daniels, quien afirma que tuvo un encuentro sexual extramatrimonial con Trump años antes.
Cohen también se las arregló para que la revista National Enquirer pagara $150,000 dólares a la modelo de Playboy, Karen McDougal, por los derechos de su historia sobre una supuesta aventura, que el tabloide luego silenció en una dudosa práctica periodística.
Trump negó haber tenido encuentros sexuales con ninguna de las dos mujeres, mientras sus abogados argumentan que los pagos a Cohen fueron gastos legales legítimos y no parte de un encubrimiento.
Un cambio a la corte federal habría significado un grupo de jurados más amplio y políticamente diverso, extrayendo el caso de un ámbito de tendencia demócrata como Manhattan.
La fiscalía del distrito de Manhattan batalló para mantener el caso en su jurisdicción. Matthew Colangelo, abogado principal del fiscal Alvin Bragg, argumentó que ninguno de los pagos y reembolsos de dinero estaban relacionados con las funciones de Trump como presidente.
Si Hellerstein se hubiera puesto del lado de Trump y hubiera trasladado el caso a un tribunal federal, los abogados del expresidente podrían haber intentado que se desestimaran los cargos basándose en que los funcionarios federales tienen inmunidad penal por acciones realizadas como parte de sus funciones oficiales.
Más allá de los argumentos jurídicos, Trump tenía otros poderosos motivos para trasladar el caso a un tribunal federal, pues no cree que pueda obtener un trato justo en un tribunal estatal.
Trump ha sido enfático en sus críticas al sistema judicial del estado de Nueva York, calificándolo de "muy injusto" y "politizado", y ha lanzado dardos contra el juez que preside el caso, el colomboamericano Juan Manuel Merchán, a quien considera parte de "una familia llena de odiadores de Trump".
Los abogados de Trump pidieron a Merchán que se apartara del caso, argumentando que su hija hace trabajos de consultoría política para rivales demócratas de Trump, pero un panel asesor de ética dictaminó que no debería tener que recusarse.
Como si fuera poco, en el panorama legal otras dos demandas civiles contra Trump irán a juicio en los próximos meses. En octubre, la acusación impulsada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, por fraude en el valor de los activos de la Organización Trump; y en enero, un segundo juicio por la querella de E. Jean Carroll, quien afirma que el expresidente la difamó cuando negó sus acusaciones de haberla agredido sexualmente.
En camino de ser presentadas por sendos jurados de instrucción están las posibles acusaciones por el vínculo de Trump con los sucesos del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, y por interferir en el proceso electoral en el estado de Georgia.
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