Vídeos relacionados:
Vecinos de San Miguel de los Baños, en Matanzas, reclaman a las autoridades cubanas que reparen el hotel-balneario que antaño fue símbolo de una villa, conocida por el poder curativo de sus aguas.
Una reciente publicación en Facebook, que muestra las ruinas en las que terminó el edificio, reabrió el debate y muchos se cuestionaron si al gobierno comunista cubano le interesa realmente preservar el patrimonio material de la nación y facilitar el acceso de ciudadanos y visitantes a un sitio que en el pasado fue símbolo de lujo y bonanza económica.
Lo más leído hoy:
La mayoría de los comentarios volcados en redes sociales lamentan la destrucción y saqueo del lugar y no se muestran con muchas esperanzas sobre la rehabilitación del balneario.
"Es una gran pena, que los hayan dejado perder, cuanta belleza y cuanta vida para ese pueblo, solo los que ya peinados canas tenemos de ese lugar muchos lindos recuerdos", comentó una mujer llamada Alicia Catalina.
"Es una lástima que reliquias como esas, que forman parte de nuestra historia, se pierdan irremediablemente por culpa del vandalismo de los humanos y el desinterés y la falta de gestión por parte de las autoridades responsables de su cuidado y mantenimiento. Se podría volver a usar para el esparcimiento y descanso de los cubanos, aún sin el esplendor de antaño"; propuso otro internauta llamado Carlos Tapanes.
"Estuve en ese poblado cuando todos sus hoteles funcionaban, en el año 80. Aquello era una recreación de un pueblo de película. y ya se veía que a las autoridades no le interesaba mantenerlo. Se dijo en ese momento que Gaviota lo iba a recuperar. Todavía se puede, ojalá hagan algo y lo rescaten", rememoró un usuario de Facebook identificado como Rosendo Rodríguez Suárez.
El Gran Hotel Balneario San Miguel de los Baños es un gran edificio de tres plantas, de estilo renacentista, con cuatro cúpulas en su parte superior. Está ubicado en un poblado del municipio Jovellanos, provincia Matanzas.
Se inauguró en 1930 y fue una iniciativa del doctor Manuel Abril Ochoa, quien al fallecer, después de la llegada de Fidel Castro al poder, decidió dejarle el edificio al Ministerio de Industrias, dirigido en ese entonces por Ernesto "Che" Guevara.
Una leyenda dice que un esclavo llamado Miguel fue quien describió el poder curativo de los manantiales, y aunque se desconoce la veracidad de este relato, en 1868 se determinó científicamente que las aguas del lugar tienen un 60 % de minerales, azufre en estado coloidal, además de ser aguas radioactivas, alcalinas y bicarbonatadas.
Durante años se utilizó para combatir la anemia, gastralgia, dispepsia, diabetes, urticaria, clorosis, nefritis, neurastenia, entre otras enfermedades.
En los exteriores del balneario de filmó, a finales de los años 80 del pasado siglo algunas de las escenas de "Alicia en el pueblo de Maravillas", que posteriormente sería censurada por el gobierno cubano, pero que permitió a muchos cubanos conocer lo poco que quedaba de un sitio que comenzaba a mostrar señales de abandono institucional.
"Funcionaron muy bien porque la mitad de los edificios estaban desbaratados y la otra por desbaratarse, dándonos la visualidad que buscábamos sin hacer muchos cambios", confesó en 2021 el director de fotografía Raúl Pérez Ureta, a través de una entrevista a la revista Rialta.
El periodista cubano Reinaldo Escobar publicó hace casi una década un artículo en el periódico 14ymedio, en el que reseña la destrucción del balneario y las denuncias de los pobladores, que vieron cómo fueron saqueando poco a poco lo que había allí.
"Solo se salvaron algunas pesadas bañaderas de hierro esmaltado empotradas en el piso. Nadie sabe a ciencia cierta a dónde fueron a parar todos aquellos despojos del palacio", relató.
Asimismo, se conoció que el Ministerio del Interior, desde el 2008, había tomado el control del lugar, pero ningún vecino logró saber con qué objetivos.
"El acostumbrado hermetismo militar ha dejado hasta ahí las informaciones conocidas", escribió el periodista Lenir Rivero, para la publicación digital OnCuba.
Archivado en: