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Un padre cubano que este año firmó el permiso de salida del país de su hijo de siete años para que tuviera una vida mejor, le envió una carta al gobernante Miguel Díaz-Canel en la que detalla todas las angustias que vive el pueblo y le pide que dé una solución.
Nelson Álvarez -identificado en redes sociales como El Porfiao-, difundió la misiva en su muro de Facebook, a riesgo de cualquier consecuencia, y empieza con una frase demoledora: "La patria está muriendo".
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Álvarez comienza recordando que el pueblo cubano creyó durante años en lo que le prometieron, y mientras esperaba dio todo cuanto se le exigió, se sacrificó y resistió en aras de una ideología adormecedora.
"Nosotros cumplimos la parte que nos correspondió en cada uno de los momentos en que nos fue demandado. Pero señor, han pasado 64 años y estamos hablando de más de medio siglo en que ni triunfos ni glorias alcanzadas lograron reflejarse en nuestra calidad de vida", afirmó.
El Porfiao señaló que hoy en día ni la educación ni la medicina son ejemplos, que son de los sectores que más degeneraron en estas décadas en que la vida del cubano simple devino en angustias y carencias.
También se refirió al bloqueo, al cual calificó de "pretexto", ya que no afecta a todos del mismo modo.
"No existe mayor evidencia que la propia realidad, ahí están los lujosos hoteles a lo largo del litoral norte de La Habana, esos que ni el bloqueo ni las 243 medidas anticubanas lograron ralentizar su expedita construcción, mientras la desvencijada arquitectura de la ciudad capital corre la peor de las suertes", subrayó.
El hombre aseguró que lentamente, el pueblo fue perdiendo la fe, aquella efervescencia, aquella idolatría, demasiada larga la espera por "la tierra prometida".
"El cubano ha tenido que sortear durante más de seis décadas los avatares de un malvivir, de la desesperanza y la falta de sueños. Muchos decidieron probar suerte en otras tierras dejando atrás lo más querido, familias mutiladas, amores fracturados por la malsana distancia que nos ha dividido", recalcó.
También se refirió al alarmante aumento de la violencia en el país, y del consumo de alcohol y sustancias estupefacientes en la juventud, evidencia del deterioro social, e instó al gobernante a tomar medidas urgentes, aclarando que la primera debe ser buscar las causas del fenómeno sin maquillajes ni excusas absurdas.
Según Álvarez, a su generación se le escurrió la existencia sin apenas darse cuenta, y hoy se encuentra en la peor de las realidades, "a la sombra de promesas incumplidas, malas gestiones y fracasos incontables que sin duda han repercutido de manera muy dolorosa en nuestro vivir".
"No creo, señor presidente, que deba existir principio o doctrina alguna que solo demande de un pueblo sacrificio y agonía, ni revoluciones que reclamen tan alto costo en nombre de lo que en estos tiempos resulta obsoleto, desfasado y caduco", dijo.
"La terquedad es la antítesis del sentido común y del raciocinio, ya la gente no quiere escuchar más la retórica nauseabunda que se ha venido repitiendo año tras año sin resultado ostensible alguno. Mi pueblo ya no quiere escuchar de batallas libradas ni épicas contiendas, solo quiere vivir libre sin que eso constituya punible herejía", añadió.
Por último, le pidió a Díaz-Canel que se despoje de su condición de presidente y comparta el día a día con el pueblo, con todo lo que ello implica: calamidades, angustias, carencias, vicisitudes...
"Luego retome usted su estatus presidencial y haga lo que crea menester, según le dicte su conciencia, después de sufrir unas horas lo que nosotros durante años. Tiene usted para tal fin un lustro más y con él, las facultades y prerrogativas", concluyó.
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