La comparecencia del expresidente estadounidense Donald Trump el martes ante una corte de Miami estuvo protegida por extremas medidas de seguridad, que incluyeron el cierre al tráfico de algunas calles adyacentes al edificio de tribunales y oficinas federales.
Desde policías rodeando la sede del tribunal hasta francotiradores apostados en una terraza de otro edificio, nadie pudo acercarse o ni siquiera ver al líder republicano a su llegada o salida del inmueble, situado en el centro de Miami.
Las autoridades de la ciudad prepararon un fuerte operativo en previsión de la convocatoria a protestas de simpatizantes y opositores, aunque se anunció que los manifestantes podrían moverse libremente por las inmediaciones del juzgado, siempre que las protestas fueran pacíficas.
Un video compartido en Instagram por el usuario lifestyle_miami muestra la detención de un hombre que se abalanzó contra la caravana de Trump.
Los alrededores del tribunal llevan días con decenas de periodistas y camarógrafos apostados, tratando de garantizar un buen lugar para la jornada del martes.
Según reporta la agencia AP, Trump llegó a la sede de la corte y después se fue sin ser visto. Las cámaras solo pudieron seguir la caravana de carros negros con cristales polarizados.
Lo más decepcionante para los reporteros fue no pudieron transmitir lo que ocurrió dentro de la sala del tribunal. El lunes, el juez federal Johathan Goodman rechazó las solicitudes para tomar fotos de Trump antes de su lectura de cargos y para publicar el audio del procedimiento judicial.
Pero la agitación en la zona también abrió oportunidades comerciales para algunos emprendedores locales.
Junto a periodistas y manifestantes, se colocaron vendedores de suministros para aguantar la acampada por horas frente al edificio judicial, como el caso de un hombre que instaló un pequeño puesto con venta de mangos.
El martes, Trump fue imputado de 37 cargos federales ante un tribunal de Miami, tras ser formalmente arrestado y procesado por manejo indebido de documentos clasificados. Se declaró no culpable en una audiencia que apenas duró cinco minutos.
Cerca de las 3:50 pm, su caravana se encaminó hacia el restaurante Versailles, en la Calle Ocho, donde se reunió con seguidores que le cantaron un "Happy Birthday", pues su cumpleaños 77 es este miércoles.
"¡Comida para todos!", dijo el exmandatario, al que se le vio sonriente mientras estrechaba las manos y hablaba con simpatizantes que lo rodearon y se retrataron con él, y que comió croquetas y tomó café cubano en el local.
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