El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel recibió multitud de críticas tras compartir una frase del dictador Fidel Castro sobre "la abundancia compartida equitativamente entre todos".
El dirigente publicó en su cuenta de Twitter una foto del extinto líder comunista, junto a una frase pronunciada el 21 de mayo de 1963, durante un discurso en la Universidad Lomonosov de Moscú.
"La abundancia sola por sí misma, no formaría un ser humano mejor. La abundancia equitativamente repartida entre todos, sin explotación, más educación, es lo que hace a un ser humano superior", escribió.
Numerosos cubanos comentaron en la publicación, donde le recordaron a Díaz-Canel que ni durante su gobierno ni en el de Fidel Castro ha habido abundancia en Cuba y mucho menos equidad, pues mientras la mayoría de la población vive en la pobreza y la escasez, la alta dirigencia del país lleva una vida lujos.
"No hables de abundancia, habla de miseria que representa la carencia extrema de recursos y la falta de acceso a condiciones básicas para vivir dignamente. El pueblo cubano en situación de miseria lucha por cubrir sus necesidades básicas, como alimento, refugio y atención médica", afirmó un usuario identificado como El Mono de Cuba.
"La gente de tu país vive en desgracia y tú con tu familia gozando de buena vida", dijo mustangboy.
"Esta rata [Fidel Castro] es peor que usted, como tienen al pueblo muerto de hambre", aseguró Ricardo Gutiérrez.
"Lo único que abunda en Cuba son tres cosas: marabú, miseria y gordinflones del PCC", señaló el usuario llamado pim-pam-pum.
"Entonces, ¿por qué la familia de Fidel son multimillonarios?", cuestionó Pitu.
"Esa frase la inventó mientras se felicitaba por apropiarse de un país entero y su riqueza", aseguró la tuitera Violeta.
"Lo único que este psicópata y todos ustedes han repartido en abundancia entre todo el pueblo ha sido la miseria y el hambre, mientras que a ustedes no les falta nada y viven como burgueses/capitalistas", recalcó Pedro Emilio Pérez Carrazana.
"Muy bonito pensamiento si se lo aplicaran ustedes mismos, los que viven en buenas casas, tienen buena alimentación, no les falta el transporte, viajan, de ropa y zapatos no hay carencias...", detalló Gladys Pérez de Rojas.
El pueblo cubano sufre una crisis sin precedentes, con familias viviendo en extrema pobreza, escasez de productos básicos y una inflación que alcanza cifras astronómicas; en los mercados agropecuarios una libra de carne de cerdo se vende en 470 pesos, y en el mercado negro piden 1,600 pesos por un cartón de huevos.
Esta semana un hombre en el poblado matancero de Sabanilla realizó una protesta en solitario contra la falta de alimentos y cuestionó por qué la gente está pasando hambre.
"No hemos cometido delito alguno. ¿Por qué estamos pasando el hambre que estamos pasando? Yo pesaba 217 libras, ahora peso 139. ¿Por qué?", preguntó.
No ha sido el único. Días antes, otro cubano protestó pacíficamente en la calle con un cartel y gritando la frase: "¡Mi hijo tiene hambre!". Recorrió varias calles gritando: "Mi hijo tiene hambre. ¿Hasta cuándo? ¡Ya no puedo más!".
La carencia de alimentos es tal, que ni siquiera en las tiendas estatales de MLC hay garantías de que se puedan adquirir víveres.
El martes, un cliente recorrió siete establecimientos en la capital y llegó a la conclusión de que no había nada. "Los mismos 20 o 25 productos en todas. Y ninguno de ellos de primera necesidad", denunció el periodista independiente Adrián Martínez.
"Seguimos esperando. Esperamos a que llegue la electricidad, a que llegue el pan, el pollo, el agua, el gas. A que abran la tienda, a que llegue mercancía y a que haya conexión. Esperamos la recarga, la remesa y el paquetito que van a mandar. Esperamos la conexión a Internet", detalló el joven, en alusión al hastío en que vive el cubano de a pie, que no es solo por el tema alimentario.
"Dónde está la revolución de los humildes, con los humildes y para los humildes", preguntó en sus redes la cineasta Belkis Vega Belmonte, recordando una vieja frase de Fidel Castro en 1961, y que ha sido usada como bandera ideológica del régimen.
Mientras, la alta cúpula del poder y sus familiares llevan una vida plagada de lujos sin esconderse, y en ocasiones suelen presumir en Internet de sus extravagancias.
En diciembre, el empresario Sandro Castro, el más célebre de los nietos del fallecido dictador, fue de compras navideñas a Cancún, México, según testimonios gráficos en redes sociales, donde se le vio en tiendas de marcas acompañado por su novia.
El joven, al que diversas fuentes atribuyen la propiedad de un bar en la elegante barriada de Miramar, en La Habana, suele ser noticia por sus alardes de riqueza, comodidades y frivolidad, al extremo de que alguna vez ha tenido que pedir disculpas públicamente.
También Lis Cuesta, esposa de Díaz-Canel, fue captada por las cámaras en una tienda de Guyana, comprando una camiseta de piratas, durante una visita oficial del gobernante a ese país.
En junio pasado, trascendió un video con imágenes de una fiesta privada a la que fueron Díaz-Canel y Cuesta, además de dos descendientes de la familia Castro conocidos por su afición al lujo y la diversión: Antonio Castro, hijo de Fidel Castro, y Raúl Guillermo Rodríguez Castro, conocido como "El Cangrejo", nieto y escolta de Raúl Castro.
El material fue grabado en una fiesta privada celebrada en 2018 en el restaurante Rancho Palco, en el reparto habanero de Siboney, donde se festejó la boda de la hija del fallecido comandante Juan Almeida Bosque.
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