Cubanos criticaron la calidad del helado que se oferta en la icónica heladería Coppelia de La Habana a raíz del post de una madre cubana que narró su mala experiencia durante su visita al lugar.
En un extenso post difundido en el popular grupo de Facebook "Madres Cubanas por un Mundo Mejor", la usuaria Aranay Batista relató cómo la odisea diaria de la vida del cubano, marcada por la escasez, las colas o la falta de transporte, fue “coronada” por su visita a Coppelia, donde el helado “parecía casero, llegó totalmente derretido. Yo llegué a pensar que ese era hecho en casa y lo habían cambiado por el helado Coppelia”.
Batista comienza su relato detallando que había acudido a la famosa heladería en un intento de que su hija de solo nueve meses “reforzara hasta que llegáramos a casa”, pues “nos cogió la hora de almuerzo en la calle. No le iba a dar pan, ni pizzas, independientemente de que el dinero que llevaba no era suficiente para ello”.
Asimismo, denunció el tiempo que esperó en la cola para entrar y sus quejas a los encargados del local, luego de que pasaran “dos pequeños grupos de extranjeros e ignoraron la cola”.
“Poco tiempo después ya estábamos mi nena y yo esperando para hacer el pedido. Cuyo pedido demoró un milenio y cuando llegó el dependiente, comenzó a atender por la última mesa en llenar. Lo llamé y le dije que estábamos allí porque mi nena no había almorzado aún, si podía llevar, aunque sea una ensalada para ella. Pues él vino superrápido con el pedido completo”, continuó su relato.
La madre aseguró que el helado estaba tan malo que parecía durofrío. “Verdad que los cubanos vivimos en una constante agonía. Y ni hablar de lo que pasé en la guagua desde que me monté hasta que me bajé”, concluyó.
El relato de Batista provocó la solidaridad de otras madres del grupo, algunas de las cuales contaron su propia experiencia en la heladería y corroborado las afirmaciones de la usuaria.
La icónica heladería, ubicada en el populoso barrio del Vedado, ha estado en los últimos años en el punto de mira de los cubanos por la mala atención, así como la calidad y escasez del helado.
A mediados de enero pasado, Coppelia cerró al público por falta de helado, sin que se anunciara oficialmente.
Asimismo, durante el pasado año, largas filas, mala atención de los empleados, agua caliente para tomar y venta clandestina de helado fueron algunos de los hechos que denunciaron clientes, tras visitar el establecimiento gastronómico.
Las críticas apuntaron, además, a la corrupción de los trabajadores, el desorden y la falta de higiene.
El helado, el gran ausente, aumentó su precio en 2022, una decisión que generó profundo malestar en la población.
La bola que antes costaba 5 pesos subió a 9, alza de precio que el director de Coppelia justificó con el argumento de que ellos solo ganan 1.90 de los 9 pesos en que se comercializa la bola de helado, y que el resto del importe corresponde a otros apartados.
Aunque su remodelación en 2019 había ilusionado a los clientes, su reapertura solo ha traído disgustos para el público, que ha tenido que pagar más por la bola de helado mientras su calidad ha empeorado.
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