Una cubana que sufrió un derrumbe parcial en su vivienda en La Habana lleva más de cuatro años esperando a que las autoridades cumplan su compromiso de asignarle una solución habitacional.
Desde entonces, Taymi Pérez vive alojada en un albergue, y ante la demora y el “peloteo”, la cubana ha remitido cartas de protestas a todas las instancias, sin que por el momento haya recibido una respuesta concreta y una solución definitiva a su situación.
“He recorrido cada pedazo de La Habana exponiendo mi caso y solo he recibido maltratos y peloteo. Llevo más de un año, después que ya han sido otorgadas las casas, asistiendo a cuanto lugar tiene Cuba para poner una queja. A todas estas nunca hay una repuesta inmediata de nadie, siempre es la misma retórica”, protestó.
Desde el Consejo de Estado al Gobierno de Centro Habana, la cubana ha expuesto sus necesidades en instancias provinciales y municipales del Partido Comunista de Cuba y Vivienda.
En una publicación de sus redes sociales, Pérez se quejó del intendente de Centro Habana, Juan Rodolfo Nohaya Rodríguez, con quien logró concertar una cita para exponerle su caso y, luego de tres meses de espera, el funcionario no acudió a la cita.
“Después de varios años (desde el 2018), en el 2022 comenzaron a otorgar las casas a las familias más vulnerables; dígase, con niños, personas postradas, núcleos numerosos y tal. La institución de Vivienda nos otorgara a todos los afectados una carta de asignación donde decía en qué lugar iba a estar ubicada la solución final. Dirección: Belascoaín y Clavel”, explicó la afectada.
Según relató, a pesar de tener la carta en su poder, una funcionaria del gobierno de Centro Habana le dijo tajante que para ella no había casa, “que el arquitecto no planificó casa de un solo cuarto, que espere y aguarde a ver qué solución se le da a esto”.
“Yo estoy viviendo en la sala de un albergue, donde no tengo ni baño ni dónde cocinar. Mis vecinos tienen su casa y yo tengo que esperar a que a ellos [los dirigentes locales] les dé la gana de terminar y de entregar [la vivienda]”, protestó una vez más la afectada, preocupada porque “el tiempo sigue pasando y no tengo una repuesta”.
La carta en poder de Pérez refiere que el inmueble ubicado en calle Oquendo no. 358 e/ San José y San Rafael, Centro Habana, “posee un estado técnico inhabitable irreparable, por lo que debe ejecutarse acciones de demolición que no admiten la permanencia de los núcleos familiares del 2do y 3er nivel”.
“Por lo antes expuesto las autoridades administrativas y el Gobierno han tomado la decisión de evacuar a los moradores con el objetivo de evitar daños la vida humana. Con semejante objetivo se toma la decisión de otorgar viviendas como solución definitiva prevista en la adecuación del local ubicado en Belascoaín y Clavel, consejo popular Pueblo Nuevo. Municipio Centro Habana. Notifíquese a los interesados”.
Cansada de esperar una solución que ya se alarga hasta el quinto año, la afectada emplazó a la Dirección Municipal de la Vivienda de la Asamblea Municipal del Poder Popular de Centro Habana a que solucione de una vez su situación y cumpla con lo comprometido en su carta de asignación de vivienda.
A finales de abril del año pasado, el primer ministro Manuel Marrero Cruz se reunió con las autoridades de Centro Habana para, según el periódico oficialista Granma, comprobar que las decisiones que se tomaban tenían al “pueblo en el centro de las acciones”.
Nohaya Rodríguez le explicó que para 2022 se habían aprobado 914 acciones constructivas, de las cuales 393 respondían a planteamientos de la población, al tiempo que ascendían a 728 las operaciones en barrios en transformación. Además, abordaron el estado de la vivienda en un municipio donde el 76 % de ellas están calificadas de mal o regular.
“En un municipio tan complejo como este tenemos que ver cómo llegamos a más personas buscando soluciones. Es una tarea dura que no se resolverá de inmediato, pero necesitamos hacer más, el pueblo lo demanda y a él nos debemos”, concluyó el primer ministro.
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