La ruta aérea de las deportaciones a Cuba desde Estados Unidos echó a andar esta semana con un vuelo de 123 personas, y las probabilidades de una segunda ronda de devoluciones parece estar en trámite para cumplirse en los próximos días.
La administración de Joe Biden reinició los vuelos de deportación a Cuba –congelados desde diciembre de 2020– como parte de una estrategia para frenar el flujo irregular de inmigrantes cubanos por puntos fronterizos y desalentar las imparables travesías marítimas por el Estrecho de Florida, según admitieron las máximas autoridades federales.
Como indica un documento del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), elaborado en diciembre de 2022, las negociaciones sostenidas con el gobierno de Cuba para reactivar los acuerdos migratorios y reiniciar los vuelos de deportación incluyeron el compromiso de Washington de retomar la entrega de al menos 20 mil visas anuales para inmigrantes cubanos, lo cual se incumplió durante la administración de Donald Trump.
“Como parte de esta discusión en curso, el DHS está buscando la reanudación de los vuelos de expulsión a Cuba. Sin embargo, el gobierno cubano sólo ha acordado aceptar un vuelo al mes en línea con frecuencias de deportaciones en vuelos fletados que existía antes de la pandemia. Un número tan limitado de vuelos de expulsión no tendrá, en ausencia de otros esfuerzos, una consecuencia material para el volumen cada vez mayor de nacionales cubanos que el DHS está deteniendo en puntos fronterizos”, señaló el reporte, presentado entre la documentación del proceso judicial por el parole humanitario en un tribunal de Texas.
Sin embargo, tras las conversaciones migratorias bilaterales del pasado abril en Washington, la parte cubana dijo que podría recibir hasta dos vuelos fletados con cubanos considerados deportables.
Si bien los acuerdos y listados de deportación de los llamados “inelegibles” fueron establecidos por ambos países en 1984 y se concentraban en individuos convictos de delitos graves una vez cumplidas sus condenas en Estados Unidos, las devoluciones se concentran ahora en cubanos con entradas irregulares al territorio estadounidense.
El número de cubanos con orden final de deportación tras cumplir delitos graves en Estados Unidos asciende a más de 42 mil, según cifras oficiales, pero el volumen de deportables es mucho mayor si se suman los casos de inmigrantes detenidos que no cumplieron los requisitos de “miedo creíble” en su entrevista de asilo.
“Tristemente las deportaciones de cubanos dejaron de tener como foco de atención los delincuentes convictos para centrarse en personas desesperadas que llegan a Estados Unidos huyendo del desastre, la miseria y la persecución en Cuba”, dijo a CiberCuba el abogado Willy Allen.
Versiones extraoficiales indican que un segundo vuelo fletado por el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) podría salir con más de un centenar de cubanos desde un aeropuerto de Georgia en los próximos días.
Ni el DHS ni el Departamento de Estado respondieron preguntas de CiberCuba sobre los grupos de deportables.
Se estima que las estadísticas de inmigrantes detenidos y clasificados con orden de deportación suman otros 15 mil cubanos. Se trata mayormente de personas que arribaron por la frontera mexicana o lograron desembarcar por las costas de Florida después del fin de la política de pies secos/pies mojados, en enero de 2017.
Allen explicó que el peligro inminente de deportación lo tienen los cubanos detenidos actualmente tras perder sus solicitudes de asilo o la presentación de sus casos de “miedo creíble” (riesgo de persecución o tortura de ser retornados). Una cifra mayoritaria de este grupo tiene un documento I-220B entregado a su entrada al país.
Algunos cubanos con I-220B fueron liberados a su entrada al país bajo supervisión mediante un grillete electrónico o un dispositivo de control, y deben comparecer a reportarse regularmente en oficinas de ICE.
“No es recomendable que las personas eviten comparecer a las citas por miedo a la deportación, porque están incumpliendo la ley y pueden ser considerados fugitivos", apuntó Allen.
El abogado reiteró que no deben preocuparse las personas que llegaron por fronteras y recibieron un documento I-220A (permiso de libertad bajo supervisión) o un parole humanitario, con independencia de su tiempo de duración.
Devoluciones selectivas
Al descontinuarse la normativa de “pies secos/ pies mojados” por la administración de Barack Obama, el acuerdo para modificar la política migratoria para los cubanos incluyó una cláusula para revisar una lista de personas sujetas a deportación que arribaron por el puerto del Mariel en 1980, así como de aceptar el regreso de otras consideradas como “no elegibles” para permanecer en Estados Unidos.
Pero el gobierno de Cuba insistió en que no aceptaría de manera automática a todas las personas señaladas como deportables por las autoridades estadounidenses, y enfatizó que las devoluciones de cubanos con orden final de deportación se realizaría mediante un proceso de “evaluación caso por caso”, sin establecer un canal para retornos masivos.
Como de la lista original de 2,746 excluibles del éxodo del Mariel quedaban solamente 478 cubanos pendientes de ser repatriados, el régimen de La Habana aceptó sustituir algunos nombres por otros ciudadanos que emigraron en años posteriores y fueron declarados no elegibles para residir en Estados Unidos. El gobierno cubano precisó que las personas devueltas debían cumplir “los requisitos que fueron acordados como parte de esta negociación conjunta".
Pero al presentarse las conclusiones del acuerdo de 2017, el entonces secretario del DHS, Jeh Johnson, dijo que el gobierno cubano había aceptado el retorno de todos los ciudadanos cubanos que sean declarados deportables por un tribunal de inmigración, así como la devolución expedita de aquellos que intentasen entrar a territorio estadounidense de manera irregular.
Durante la administración de Donald Trump se estableció récord histórico de deportaciones a Cuba, con 3,385, la mayor cantidad de cubanos devueltos por un presidente estadounidense en casi cuatro décadas.
Antes del vuelo de ICE desde el Aeropuerto Internacional de Miami el pasado lunes, el anterior operativo aéreo de deportación de cubanos había ocurrido el 29 de diciembre de 2020, con 48 personas a bordo.
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