Médico cubano compara precios de electrodomésticos con su salario: "Es una burla al sistema de salud"

"Para poder comprar una simple licuadora tengo que dejar dos meses y medio íntegro mi salario", denunció Luis Enrique Rodríguez, de 25 años, de Guantánamo.

Luis Enrique Rodríguez y batidoras en tienda MLC © Luis Enrique Rodríguez / Facebook
Luis Enrique Rodríguez y batidoras en tienda MLC Foto © Luis Enrique Rodríguez / Facebook

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Este artículo es de hace 1 año

Un joven profesional de la salud de Cuba que acaba de pedir la baja de su trabajo, denunció lo injusto que resulta que con su salario no pueda acceder a cosas tan simples y a la vez necesarias como una licuadora.

Luis Enrique Rodríguez, de 25 años, relató en su muro de Facebook que decidió dedicarse a otras labores porque está muy inconforme con el trato que le da la administración del país a él y a sus compañeros de profesión.


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"Alguien de la oficina de recursos humanos de mi entidad de trabajo me dijo: 'médico, no pida la baja, usted es un profesional'. En ese momento, me quedé pensando en tantas cosas. Pero al pasar unas cuadras de mi centro laboral, veo una tienda donde se comercializan equipos electrodomésticos y al ver los precios, me quedé estupefacto: para poder comprar una simple licuadora tengo que dejar dos meses y medio íntegro mi salario", detalló.

Captura de Facebook / Luis Enrique Rodríguez

Rodríguez, quien según su perfil es graduado de estomatología y reside en Guantánamo, lamentó que para poder comprarse una licuadora tenga que dejar de ejercer.

"Me pregunto: es una burla al sistema de salud o acaso estamos tan ciegos. Da mucho dolor, pero si quiero avanzar en la vida debo dejar de ser médico para comprarme lo que en el mundo entero sería algo sencillo", subrayó.

El joven compartió la portada de una noticia del diario oficialista Granma del pasado 13 de abril, que decía que el mundo debe proteger a los trabajadores de la salud, y darles salarios y condiciones de trabajo decentes.

"El mundo debe proteger a los médicos, creo que deberíamos comenzar por nuestro mundo, no el exterior", concluyó el cubano.

Casi 300 personas han comentado en la publicación. Muchos lamentan la decisión del joven profesional, otros la comparten, y no pocos recuerdan que su situación se da en otros sectores supuestamente prioritarios.

"Cuánto me identifico con tu publicación. Después de 11 años de graduada, pedí la baja y no me arrepiento. Aunque sí me duele mucho, porque amaba mi trabajo", lamentó una habanera.

"Así mismo, es la pura realidad, yo también soy una profesional de la educación, y un par de zapatos tenis para poder ir a trabajar cuesta más de mi salario de un mes", dijo Aniuska Gilart.

"Triste realidad, cuando le trabajas al Estado que no vela por sus profesionales. Yo era profesora, me gustaba, pero lo tuve que dejar también para vivir y comer regular en este país", recordó Neliyanni Hodelin Comas.

"Es triste lo que vivimos, y para colmo, cuando retornas de una misión lo que te pagan es al cambio a 24, después de haber puesto tu vida en riesgo, todo el que estuvo en Venezuela lo sabe", rememoró otro médico cubano.

"Pura realidad, uno más que deja de salvar una vida, simplemente por la basura de dinero que les pagan, y las pocas atenciones que les dan, tanto talentos perdidos, no hay opción", afirmó una guantanamera.

"Hay que revisar esta situación, está profesión la cogen los más aventajados y les pagan como si fueran los últimos en el escalafón, por Dios", dijo otra.

"Un trabajador del MININT o las FAR son muy bien recompensados, obtienen estímulos muy a menudo, por ejemplo, buen salario, aseos, alimentos, cajas de pollo y ni contar las demás cosas. Un médico trabaja con y sin alimentos para salvar vidas, con y sin aseo para su higiene, con y sin dinero, no tienen transporte. Basta yaaaa, nos quedaremos sin médicos, viviremos por misericordia y fe", aseguró otra capitalina.

"El gran problema es que a este gobierno jamás le ha importado que el pueblo trabajador pueda adquirir o no una licuadora o cualquier otro producto necesario para la vida (de hecho ni siquiera le importa que el pueblo se alimente). Entonces qué podemos esperar. Un gobierno que paga en una moneda pero vende en otra, un gobierno que anuncia una tarea de ordenamiento en la que garantiza no habrá inflación y es lo primero que ocurre. Un gobierno que dijo no iba a dolarizar al país al abrir las tiendas en mlc, y que no iban a desabastecer las tiendas en moneda nacional, porque esa no es ni sería nunca Cuba, y es lo que ha pasado", subrayó un internauta.

"¿Quieres que te sea sincera? El día que todos los trabajadores hagan un paro nacional, y no vayan a sus trabajos hasta que quiten las famosas tiendas en MLC, entonces hasta ese día habrá el descaro de aprovecharse de ustedes. En muchos países es normal hacer un paro nacional, como medida de huelga, pero bueno, Cuba es otro mundo", recalcó una internauta.

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