Una madre cubana denunció que encontró un extraño y tóxico contenido en la compota para niños que distribuyen en las bodegas de la isla por la libreta de abastecimiento.
“Hoy me tocó a mí y lo voy a hacer viral y, aunque sé que no va a pasar absolutamente nada con los responsables de semejante asquerosidad, pienso que sí puedo salvar una o varias vidas tan valiosas como son la de nuestros niños. Esto lo encontré, como se deja ver bien claro, en la compota de la bodega”, apuntó este lunes en Facebook Elizabeth Sánchez Castellano, quien reside en Santiago de Cuba.
También en su publicación dijo que todas las madres deben poner atención en su denuncia “porque luego los niños comienzan con síntomas raros, que los pobrecitos no pueden ni saben explicar, y pasa lo peor y luego tristemente la pérdida y el dolor es solo nuestro”.
“Por favor, hago un llamado a la conciencia de todos aquellos que trabajan para y en función de los niños. Ama a tu prójimo como a ti mismo”, concluye la denuncia de la madre cubana.
“Ay Dios, eso es porque estaba pasada de tiempo, cogió hongo. Seguro no le ponen los conservantes como se debe. Menos mal que hiciste la publicación para que las madres controlen la compota antes de darle a los niños”, comentó una usuaria en la publicación de Sánchez Castellano.
Otra indignada madre comentó que “no me da ira nuestra situación, me da lástima... porque este país está como un cuerpo sin cabeza, un muerto sin dolientes. No hay..., No podemos..., Necesito... No hables... No sueñes... No aspires a más... ¿Quién te va a ayudar si también están pasando por lo mismo? Y no te quejes, porque eres una gusana... Y no hables porque no sabes, lo que vives es culpa del bloqueo... pero no se toman medidas alternativas...Triste la realidad del cubano. Que Dios nos ampare”.
En febrero último trascendió que el cierre de tres fábricas de conservas en Santiago de Cuba y la situación crítica de la única que sobrevive estaba afectando la disponibilidad de las compotas de frutas entregadas en la canasta básica normada para los niños.
La única empresa que estaba produciendo en ese mes, El Caney, requería una inversión millonaria para retomar la línea de fabricación de compota de mango fortificada con hierro y vitamina C, pues solamente estaba generando una décima parte de la producción que lograba en 2012, según el diario local oficialista Sierra Maestra.
"De la citada línea de compota apenas quedan fotos de archivo, tampoco existe disponibilidad de tanques asépticos, la obsolescencia se ha apoderado de la tecnología industrial, y al recibirse solamente 1,406 toneladas, el pasado 2022 clasifica como uno de los peores en el procesamiento del mango", precisó el texto.
Zoe Hernández Silegas, directora de la Empresa de Conservas de Frutas y Vegetales, añadió que la carencia de cajas de madera, "cajas paletas" y de "parles"; el insuficiente transporte y las limitaciones de combustible para cubrir las rutas de acopio afectaron también la recolección de frutas en el campo, imprescindibles para la elaboración del alimento.
Aunque se obtuvieron el total 710 toneladas de pulpa y se priorizaron las compotas, el puré de frutas, los jugos y el néctar, la demanda de la población asciende a más de 730 toneladas de compota mensuales para la canasta básica y "el consumo social en la nación".
La empresa, además, debió "apoyar" la producción de compotas de otras provincias y destinó 88 toneladas para las industrias de Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Granma.
Muchas madres cubanas han lamentado la interrupción de la venta de compotas para niños desde el pasado año, en medio de la crisis alimentaria y de la alarmante inflación en el país, a lo que ahora se añade la calidad de ese alimento.
El gobierno cubano se justifica con la falta de envases y la vetusta tecnología de las fábricas para limitar las entregas en las bodegas y en la red de comercios estatales de este alimento para los más pequeños.
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