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Una familia cubana consiguió reunirse en Miami en días recientes gracias al programa de parole humanitario, luego de que una abuela y su nieto viajaran desde Angola hasta Estados Unidos, con escala en Dubai, para poderse reencontrar con los padres del menor.
Nelis Figueroa y su nieto se encontraban en Angola con una visa de turismo en el momento en que les llegó la aprobación del parole.
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Aunque los padres del niño no podían figurar como patrocinadores, ya que cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México hace pocos meses, consiguieron una persona cercana que ejerció ese rol y el mismo día en que entró en vigor el programa aplicaron en favor de abuela y nieto.
"Todavía no me lo creo, estoy muy nerviosa", dijo Nelis Figueroa, la abuela, en declaraciones al periodista Daniel Benítez para Univision.
"Superfeliz, esto no me lo hubiera podido imaginar. Gracias a Dios, a este país y ojalá muchas otras personas puedan tener esta oportunidad y gracias en especial a mi patrocinadora. Hemos sufrido, hemos llorado, pero gracias a Dios se resolvió todo", dijo por su parte la hija de Nelis, quien no veía a su pequeño desde hace casi dos años.
La pareja abandonó Cuba el 25 de abril de 2021 con destino a Rusia e iniciaron un largo recorrido que siguió por Venezuela, Colombia cruzaron la Selva del Darién hacia Panamá y luego continuaron cruzando fronteras por Centroamérica hasta llegar a Estados Unidos.
Una vez en territorio estadounidense fueron detenidos y luego liberados con el Formulario I-220A y con un grillete electrónico.
Por ello, luego de tan sufrida separación, a la familia le parece mentira que se hayan podido reunir, aunque no faltaron sustos en la fase final.
Estando en Dubai, Nelis Figueroa casi pierde el avión porque los oficiales de Inmigración de ese país asiático no entendían nada de parole humanitario y debieron informarse antes de permitir que abuela y nieto abordaran la aeronave, lo que hizo que casi peridieron el vuelo.
Una vez que arribaron a Miami, dándose el caso singular de que el menor viajaba con la abuela materna y no con ninguno de los padres, los oficiales de Inmigración también hicieron las debidas comprobaciones antes de que la familia se pudiera dar el abrazo definitivo.
"Que tengan fe, paciencia, que todo llega. Aquí está la prueba de que tengo a mi niñito y a mi mamá aquí. Le damos las gracias a este país, que nos abrió la puerta", cuenta la madre del menor, quien explica que al ver a su hijo empezó a dar tantos gritos que hasta los oficiales de migración se conmovieron.
La familia, natural de Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus, ahora tienen todo el propósito de "echar pa'lante".
Con el fin de frenar la migración ilegal masiva, el pasado 5 de enero el presidente norteamericano Joe Biden anunció un nuevo programa de parole humanitario para que 30 mil inmigrantes de Cuba, Nicaragua y Haití pudireran entrar cada mes legalmente al país, siempre que cumplan determinados requisitos.
Una vez que el beneficiario recibe el aviso de que su caso ha sido aprobado, se le facilita una autorización para viajar a Estados Unidos en un plazo de 90 días, exclusivamente por vía aérea.
Sin embargo, la autorización para viajar no garantiza la entrada a territorio estadounidense, sino que queda a discreción del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en cada puerto de ingreso luego de una entrevista.
En días recientes el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) recomendó a los solicitantes del programa de parole humanitario no perder la calma y advirtió que el proceso de aprobación puede tardar al menos 90 días.
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