El precio del pan subió de precio en Bayamo y Manzanillo, provincia Granma, y continúan vendiendo ese alimento de manera racionada ante la baja capacidad de producción.
Davisnel Peña Peña, subdirector de la empresa provincial de la Industria Alimentaria, explicó que la decisión de subir el precio al pan en esas dos ciudades del oriente cubano se debe a que utilizan una harina de trigo importada que no es asignada por el estado.
"Se adquiere a partir de la propia gestión de la empresa con mipymes importadoras. El producto final se encarece, porque además corremos a cargo de transporte y el combustible para su compra en La Habana", explicó Peña Peña al periódico La Demajagua. "Tenemos que hacerlo así, si queremos llevar ofertas a la población y mantener un ritmo productivo”.
El directivo dijo además que elaborarán panetelas y dulces con un extensor de harina de yuca, que se prepara en la fábrica de fideos de la provincia.
Como el territorio no tiene capacidad para dar respuesta a la demanda de toda la población, los productos que se elaboran allí se venden de manera racionada.
El reporte de la prensa oficialista no detalló los precios del pan y otros productos elaborados por la empresa provincial de la Industria Alimentaria, pero una publicación en Facebook del periodista Roberto Mesa Matos reveló a principios de marzo el valor de los alimentos que se elaboran en la Casa del Pan, de Manzanillo.
"Jorge Luis Torres Ortiz, director de la entidad, dice que el pan de 200 gramos es a 60 pesos; el coste de los de 400 gramos es 120 y un paquete de diez panes de 60 gramos tiene un precio de 180", escribió el periodista en la red social.
De acuerdo con esta información, se elaborarán diariamente unos 10 mil panes y la disponibilidad de harina cubre la demanda de unos diez días.
"Reconocemos que el precio no cumple las expectativas de muchas personas por eso nuestro equipo de especialistas analiza otras variantes más factibles para elaborarlas", acotó Torres Ortiz.
Cuba atraviesa por una crítica situación con la disponibilidad de harina de trigo, y para enfrentar el déficit elaboran panes y dulces con extensores, que no son más que productos sustitutos, a base de yuca, plátano o calabaza.
Según las autoridades estos extensores no afectan la calidad y el sabor del pan, pero la opinión de la población es de rechazo, ya que desde la aplicación de la Tarea Ordenamiento deben pagar más por un alimento de primera necesidad que no satisface sus necesidades.
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