El ganador de más de 2 mil millones de dólares en el sorteo del Powerball del pasado 8 de noviembre compró una mansión de más de $25 millones en Hollywood Hills, con varios vecinos famosos a su alrededor.
Edwin Castro, el afortunado ganador del “premio más grande jamás pagado en cualquier lotería del mundo” se ha hecho con una mansión moderna de tres pisos con cinco dormitorios y seis baños, así como una sala de juegos, piscina, bodega y sala de cine.
Tras desembolsar 25 millones de dólares por esta vivienda, el que fuera único ganador de los 2,040 millones de dólares, se queda con una fortuna personal de 972,6 millones tras decantarse por el cobro único del premio y liquidar impuestos.
Luego de saberse ganador, Castro rechazó hablar con los periodistas, pero envió una declaración escrita que decía que estaba "conmocionado y extasiado" por haber ganado la lotería.
El hombre, que compró el boleto ganador en una gasolinera Joe's Service Center en Altadena, eligió cobrar la suma global de 997,6 millones de dólares, en vez de cobrar una anualidad durante 29 años.
A finales de febrero, un hombre llamado José Rivera emprendió acciones legales contra Castro, alegando que le robaron el boleto del premio mayor que batió récords.
Según Rivera, fue él, y no Edwin Castro, fue quien compró el boleto de la lotería en la tienda de Joe’s Service Center en la ciudad de Altadena, en el condado de Los Ángeles, el 7 de noviembre de 2022.
De acuerdo con la Lotería de California, la entidad no se involucra en demandas de jugadores. Sin embargo, de acuerdo con las reglas, deben realizar una investigación que incluye un video dentro de la tienda autorizada para la venta de boletos, con el fin de verificar la autenticidad del ganador.
Tres meses más tarde, Rivera ha entablado la demanda por robo contra Castro y un sujeto llamado "Reggie", que estaría involucrado en el asunto, según su versión. La demanda incluiría también a la Lotería de California.
Por el momento se desconoce el resultado de la investigación de oficio que anunció dicha entidad, en el sentido de verificar que el ganador fue quién efectivamente compró el billete ganador en sus establecimientos.
Lo que sí parece indiscutible, a la vista de los hechos, es que Castro ya se siente y se comporta como un millonario.
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