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El sacerdote católico cubano Lester Rafael Zayas Díaz denunció que unos ladrones sustrajeron el dinero de las alcancías de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio habanero del Vedado.
"Con tristeza y preocupación y para tranquilidad de nuestros fieles comunico que al abrir el templo en el día de hoy descubrimos con tristeza que alguna persona inescrupulosa entró en nuestro templo y forzó las alcancías llevándose el dinero que buenamente la feligresía ofrece para cubrir los gastos y las obras de la parroquia", expresó este martes en Facebook el párroco de la iglesia, sita en la calle Línea, entre C y D.
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Zayas Díaz explicó que interpuso la denuncia formal del hurto ante la policía y le informó al encargado de asuntos religiosos del municipio Plaza.
"En estos momentos nos encontramos a la espera de que llegue la guardia operativa y los investigadores. Lamentamos que estos hechos ocurran y pedimos a Dios por la paz y la tranquilidad de todos. También pedimos para que estos hechos, desgraciadamente frecuentes, no se repitan", concluyó el sacerdote en su post.
El religioso insertó algunas imágenes de la escena del robo, donde se observa la alcancía de madera, rota, y con apenas unas monedas en su interior, por lo que se presume que la golpearon con algún objeto para abrirla.
La parroquia de Zayas Díaz ha sido vandalizada en otras ocasiones. A finales de noviembre pasado, el cura también expuso públicamente un acto vandálico contra la puerta de su despacho, un hecho que, a juzgar por su denuncia, se ha repetido varias veces.
Zayas Díaz fue uno de los 15 sacerdotes católicos que firmó en 2021 una petición de no represión previo a la Marcha Cívica por el Cambio que organizó la plataforma Archipiélago para el 15 de noviembre, y ha sido una de las figuras de la iglesia cubana vigiladas por la Seguridad del Estado.
Otros hechos delictivos contra la iglesia católica en Cuba han trascendido en meses pasados. El sacerdote Kenny Fernández denunció daños a la sede de esa congregación eclesiástica en Madruga, Mayabeque. Su parroquia amaneció un día con el frente lleno de escombros, que habrían sido depositados allí para “manchar el honor de la Iglesia Católica”.
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