El actor mexicano Pablo Lyle, quien a comienzos de este mes fue sentenciado a cinco años de prisión por la muerte del cubano Juan Ricardo Hernández, lució la cabeza rapada en su ficha de entrada a la cárcel Turner Guilford Knight (TGK), de Miami-Dade, donde deberá cumplir su sentencia.
En la imagen, que fue compartida en las redes sociales del programa de Univision "El gordo y la flaca", se ve al actor sin cabello -apenas un poco en los costados-, sin barba y con uniforme gris.
El cambio de uniforme de naranja a gris revela que ya es un reo que ha sido procesado.
Pablo llegó a la TGK para ser entrevistado por médicos, psicólogos y expertos con el propósito de determinar su perfil y, además, el grado de peligrosidad, según reveló el programa de Univisión.
En la Turner Guilford Knight el protagonista de la telenovela Mi adorable maldición podrá recibir visitas de sus familiares, incluidos sus hijos.
Si durante los primeros años que Lyle esté en la cárcel tiene un buen comportamiento, podría salir antes del 29 de septiembre de 2027, fecha en que está contemplada su liberación.
Pablo Lyle fue sentenciado a cinco años de prisión el pasado 3 de febrero en una corte de Miami-Dade por homicidio involuntario.
La familia del actor tiene previsto apelar la sentencia y la defensa dispone de hasta 30 días a partir de la lectura de la condena para iniciar el proceso.
El actor de 36 años deberá cumplir su condena en una cárcel de Florida, además de ocho años de libertad condicional, trabajo comunitario y clases de manejo de ira. El tiempo de cárcel que Lyle lleva cumplido hasta el momento contará para su sentencia.
Durante su intervención en el juicio el actor se disculpó con la familia de la víctima y dijo a la jueza que eran las disculpas más sinceras que había ofrecido en su vida.
En octubre, el actor fue declarado culpable de homicidio involuntario por la muerte del cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años, a quien propinó un puñetazo en la cabeza durante un altercado de tránsito en Miami en 2019. La víctima falleció pocos días después en el hospital.
Desde el principio del proceso judicial, los abogados de Lyle señalaron que había actuado en defensa propia, pero ese alegato fue desestimado en corte.
En noviembre de 2022 la jueza Marisa Tinkler Mendez rechazó un pedido de los abogados de Lyle para un nuevo juicio y ratificó el veredicto de culpabilidad emitido en octubre.
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