Anyell Valdés Cruz, activista por la democracia en Cuba, contó a través de sus redes sociales que llevó a sus hijos a un restaurante en La Habana y que la cuenta la asumió el local porque ella no tenía dinero para pagarla.
A través de su muro de Facebook, relató que llevó a sus niños al conocido Centro Asturiano y, aunque no tenía dinero, sus hijos se dieron el gusto de comer lo que querían.
"Yo, Anyell Valdés Cruz, llevé a mis niños a comer en el Asociación astrualiano (SIC), donde no tenía dinero para pagar, pero mis niños se dieron el gusto de entrar a un lugar lujoso y comer y alimentarse lo que quisieron", dijo.
"La cuenta fue por el lugar, porque no tenía con qué pagarla. Patria y Vida. No más miseria. No más hambre", recalcó.
Valdés Cruz es una de las activistas que se acuarteló en la sede del Movimiento San Isidro en noviembre de 2020, acción por la cual sufrió el acoso por parte del régimen con vigilancia, detenciones y un acto de repudio frente a su vivienda.
En febrero de 2021, Valdés Cruz, quien vive con sus tres niños pequeños y su madre en Los Pinos, en Arroyo Naranjo, compartió en sus redes la foto de una patrulla apostada en las inmediaciones de su casa.
Días después, sufrió un acto de repudio e intento de desalojo por seguidores del régimen que irrumpieron en las inmediaciones de la vivienda y pintaron de azul los cristales de las ventanas, y escribieron en el suelo las frases "Patria o Muerte, Venceremos" y "Viva Fidel".
Todo ello sucedió mientras los tres hijos de la activista lloraban aterrorizados en el interior del domicilio.
El perro de la casa también fue atacado. Al parecer intentaron envenenarlo, aunque el animal no murió, pero estuvo enfermo después de ingerir algo que le echaron, según revelaron a CiberCuba personas cercanas a la activista.
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