El gobierno de España, encabezado por el socialista Pedro Sánchez, ofreció la nacionalidad de ese país a los más de 200 presos políticos nicaragüenses desterrados a Estados Unidos por el régimen de Daniel Ortega.
El ofrecimiento, que recuerda el hecho por España en 2010 con prisioneros de la Primavera Negra cubana y sus familiares, fue anunciado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, según confirmó posteriormente EFE con fuentes ministeriales.
Acorde a la agencia española, el gesto fue muy bien valorado por el líder opositor Juan Sebastián Chamorro, uno de los excandidatos a la presidencia encarcelados durante las pasadas elecciones en Nicaragua.
“Estoy seguro de que muchos de los presos políticos van a ver esto como una opción”, dijo Chamorro en rueda de prensa virtual en la que agradeció a España haber trabajado intensamente en los últimos años por la democratización de Nicaragua.
Estados Unidos, a su vez, afirmó este viernes estar en contacto con España para facilitar a los excarcelados que puedan solicitar la nacionalidad española si lo desean. La administración Biden aseguró que abandonaron el país de forma voluntaria y permanecerán en EE.UU. en libertad condicional por razones humanitarias durante dos años.
El reconocimiento de la "voluntariedad" de marchar al exilio es una formalidad que encubre una deportación con la que terceros países no podrían colaborar sin devenir cómplices de la violación de los derechos humanos de los desterrados.
En ese sentido, Estados Unidos avaló que estos habían dado su consentimiento para abandonar Nicaragua, cuyo régimen les declaró “traidores a la patria” e “inhabilitados de por vida para ejercer cargos públicos”. En esos términos lo expresó en la televisión oficialista el juez nicaragüense Octavio Rothschuh, al informar sobre la orden de “deportación de 222 personas”.
“Los deportados fueron declarados traidores a la patria y sancionados por delitos graves e inhabilitados de forma perpetua para ejercer la función pública en nombre del servicio del Estado de Nicaragua, así como ejercer cargos de elección popular, quedando suspensos sus derechos ciudadanos de forma perpetua”, indicó.
Los 222 prisioneros políticos excarcelados el pasado jueves de manera unilateral fueron subidos a un avión rumbo a Washington sin que les fuera informado cuál sería su destino. Autoridades estadounidenses se habrían puesto en contacto con sus homólogas españolas para explorar su voluntad de acoger a los desterrados y otorgarles la nacionalidad de ese país.
“Hemos estado en comunicación con España. Existe la posibilidad de que algunos exploren ofertas de otros países”, dijo a EFE la subsecretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Emily Mendrala, quien aclaró que el futuro de los excarcelados dependerá “de la situación y preferencia de cada uno”, y que los viajes para que puedan reunirse con sus familias en diferentes puntos de Estados Unidos serán facilitados por el Departamento de Estado.
Además, ofrecerá asistencia legal a los liberados, que fueron despojados de la nacionalidad nicaragüense, para que puedan “escoger las opciones que para ellos tengan más sentido”, incluida la oportunidad de ir a España.
Acompañado del también liberado y excandidato presidencial Félix Maradiaga, Chamorro agradeció a todas las organizaciones civiles y gobiernos que les mostraron apoyo durante los meses que han pasado en prisión.
“El agradecimiento a España es particular porque tomó el tema de los presos políticos y la democratización desde muchos años antes y ha mostrado ese compromiso para con Nicaragua y los nicaragüenses”, apuntó. Según el líder opositor, se trata de “un ofrecimiento generoso que llena de esperanza”.
“Hay un par que tienen familiares en España y estoy seguro de que es una acción humanitaria sumamente importante y me alegro enormemente de que se haya tomado la iniciativa que muestra la importancia del concierto internacional de países trabajando por los derechos políticos y humanos”, afirmó.
El ofrecimiento de España recuerda el que hiciera el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con los excarcelados cubanos de la Primavera Negra. En aquel entonces, 40 opositores cubanos, de los 52 que permanecían en las cárceles y fueron liberados, optaron por trasladarse a España.
El acuerdo incluyó a sus familiares más cercanos, con lo cual más de 350 cubanos volaron hasta Madrid en 2011, corriendo distinta suerte. Luego de protestas por la situación de abandono y desamparo en que quedaron, muchos optaron por marcharse a Estados Unidos y otros países, mientras unos pocos decidieron permanecer en España.
Doce años más tarde y con un nuevo ejecutivo socialista, España vuelve a intermediar en las crisis políticas de las dictaduras latinoamericanas, ofreciendo la nacionalidad española a excarcelados del régimen de Ortega; una oferta extensiva a los presos políticos que continúan en prisión, y que podrían ser despojados de su nacionalidad por “traición a la patria”.
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