El nuevo tope de precios de los productos agropecuarios en Pinar del Río ha causado malestar entre los agricultores de esa provincia.
Al nuevo tope de precios impuesto por el Gobierno Provincial, donde, por ejemplo el arroz alcanza un tope de 50 pesos el kilogramo o el tomate 35 pesos, ha reaccionado el agricultor Dariel González, quien trabaja en el Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola-IAgric.
“Sería bueno que toparan también el precio de los autos que ellos venden, en vez de 8 veces el precio internacional los dejarán en 1.2 como hacen todos los países, comienza el post González difundido en el grupo de Facebook “Agricultores cubanos emprendedores”.
“Que toparan los precios de las cosas en las tiendas MLC que llevan implícito 240 % el valor de mercado y creo que hasta más porque subieron los precios de todo sin informar a nadie, estilo puñalada por la espalda, que toparan los precios en los mercados controlados por acopio, y que bajaran los impuestos de todo tipo. Para exigir primero hay que dar el ejemplo”, añadió.
El texto de este agricultor ha generado cientos de reacciones y comentarios de otros agricultores que comparten su sentir.
“Topar precios, hasta hoy y creo nunca será una buena solución ni siquiera transitorio. Los problemas no se resuelven en las ramas; se resuelven en las raíces y esas los responsables NO las tocan”, lamentó el usuario José Ángel Varona Del Risco.
“Esos precios ni dándote el petróleo barato, el abono, la fumigación que lleva, no pueden poner ellos los precios, el campesino es el que tiene que poner los precios porque donde está la divisa del tomate del año pasado que iban a pagar, que no han pagado todavía. Una gran falta de respeto poner ellos los precios locos que quieren poner sin dar nada al campesino, que se den cuenta cuánto trabajo pasamos para poder lograr una cosecha”, lamentó el campesino Yosbanis Pérez.
En general, los comentarios de los agricultores pinareños rechazan los precios que impone el gobierno y apuntan a problemas estructurales que encarecen y hacen casi imposible sembrar en Cuba.
Asimismo, arguyen que mientras los precios de producto de primera necesidad o de la carne están en las nubes, son los productores agrícolas lo que cargan con las restricciones que impone el gobierno.
Por su parte, el gobierno ha comenzado redadas especialmente contra carretilleros y vendedores agropecuarios, a quienes se les han ocupado los artículos en venta, impuesto multas, y se le ha obligado a promocionarlos a bajos montos de forma forzosa.
El gobierno, asimismo, intenta criminalizar a intermediarios y hacerlos responsables de la escasez de alimentos que padece la isla.
En muchas ocasiones, los intentos de topar precios que han llevado a cabo los gobiernos provinciales han fracasado ante la negativa de los productores y vendedores a bajar los precios.
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