Sobreviviente del naufragio de Cárdenas: “Tuve que dejar ir a mi hermana”

Su estremecedor relato fue compartido con el objetivo de informar y dar detalles de lo ocurrido a familiares y amigos de las víctimas y desaparecidos; además de pedir la liberación de los sobrevivientes hombres, que continúan bajo custodia de las autoridades cubanas.


Este artículo es de hace 1 año

La joven cubana Yaylin Mesa Vázquez, sobreviviente del naufragio de Cárdenas, grabó un video dando testimonio de los hechos que, hasta el momento, dejan un saldo de siete fallecidos y 10 personas desaparecidas.

Mesa Vázquez, una de los 11 balseros que fueron rescatados, relató lo sucedido desde que salieron el lunes 23 de enero, desde La Sierrita, en Cárdenas, Matanzas, hasta que la embarcación naufragó y sus ocupantes se dispersaron en el mar, corriendo distinta suerte.


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“Tuve que dejar ir a mi hermana”, dijo emocionada la joven, que junto a su hermana mayor luchó contra la corriente para llegar hasta un cayo que habían dejado atrás. Ambas llevaban chalecos salvavidas, pero su hermana había tomado Gravinol –un medicamento para los mareos y cefaleas- y no tenía la misma fuerza y resistencia que ella.

La sobreviviente no quiso entrar en detalles en su narración, porque sus sobrinos (hijos de su hermana) podrían ver el video, pero reconoce que en determinado momento se dio cuenta de que esta no respiraba. Había tragado mucha agua de mar y había fallecido ahogada.

Su estremecedor relato fue compartido con el objetivo de informar y dar detalles de lo ocurrido a familiares y amigos de las víctimas y desaparecidos. Además, según subrayó Mesa Vázquez, su testimonio busca pedir la liberación de los sobrevivientes hombres, que continúan bajo custodia de las autoridades cubanas.

“A los hombres los llevaron presos al ‘Técnico’ en Matanzas. Con quemaduras, heridas y traumados. Todavía hoy, martes 31 de enero, siguen presos”, indicó la joven, que grabó el video en esa fecha, pero lo publicó este viernes.

A todos los que fueron rescatados, el régimen cubano les sancionó con multas entre los tres mil y cinco mil pesos, según Mesa Vázquez. A ella y tres mujeres más las dejaron libres luego de haberles prestado los primeros auxilios y haber sido interrogadas durante horas en dependencias policiales de Santa Marta.

A Mesa Vázquez la rescató un barco de pescadores, “no de guardafronteras, como dijeron en las noticias”. Se había pasado la noche en el mar, arrastrada por la corriente, dando gritos sola en la oscuridad, entre desmayos y delirios, y la angustia tremenda por la suerte de su hermana, la suya propia, y por imaginar el dolor de su familia.

A fecha de hoy, se desconoce con exactitud la cantidad de ocupantes de la precaria embarcación. Según las cifras iniciales ofrecidas por las autoridades, eran 28 balseros los que viajaban, pero en su testimonio Mesa Vázquez habla de 30 o 31 personas.

Ni las autoridades ni los medios oficialistas han dado seguimiento a este trágico incidente que se cobró la vida de jóvenes cubanos, de los cuales no ha trascendido su identidad. “Mi hermana sigue desaparecida”, insistió la joven, que ruega se mantengan las labores de rastreo y rescate de los desaparecidos.

Mesa Vázquez dice estar bien físicamente, pero no emocionalmente. En su video agradeció a los pescadores que la rescataron, el trato recibido por parte del personal sanitario del policlínico de Varadero, e incluso de los policías que les dieron “buen trato, comida y colchas”.

Sin embargo, no entiende por qué si uno de los sobrevivientes pudo contactar esa noche con una embarcación de pesca, el auxilio de guardafronteras no llegó hasta la mañana siguiente. Menos aún, que hayan sido interrogados por la Seguridad del Estado, ni que los hombres permanezcan detenidos todavía en sus dependencias.

En su relato de los hechos no menciona que haya habido un incendio, como inicialmente dijeron familiares tras haber hablado con algunos sobrevivientes. Hubo un fallo técnico del motor que les obligó a volver, pero que provocó entrada de agua en la embarcación, que se volcó, y todos sus ocupantes cayeron al agua presa del pánico.

La crisis migratoria cubana, recrudecida en los últimos meses, pero frenada con las políticas de la administración Biden, deja testimonios de desgracias como el ofrecido por la joven matancera. Pero sobre todo, deja la duda de cuántos cubanos han sido víctimas de naufragios y desastres en los que un número indeterminado de ellos ha perdido la vida.

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