El futbolista brasileño Dani Alves pasó su primera noche en la cárcel barcelonesa de Brians 1, donde ha sido encerrado por un presunto delito de agresión sexual.
De acuerdo con el reporte de Sport, el defensa pasó la jornada tranquilo pero muy abatido, y como medida de seguridad se ha procurado que esté acompañado por algún recluso, un procedimiento habitual en el caso de los recién llegados.
Previamente Alves había vivido 17 horas de calabozo y luego compareció ante la jueza Concepción Cantón, la cual ordenó su encarcelamiento preventivo.
El ex jugador del FC Barcelona, sobre el cual pesa una acusación que podría acarrearle entre cuatro y doce años de prisión, permanecerá en ese centro hasta que prospere, si es que así ocurriera, el recurso que presente su defensa.
Una fuente consultada por ESPN dijo que su encarcelamiento es la “demostración de que nadie está por encima de la ley” y señaló que Alves recibirá en Brians 1 “el tratamiento normal de cualquier preso”, aunque “con la lógica excepción de los personajes públicos como es su caso”.
A lo largo de la investigación desatada días atrás a partir de la denuncia de una mujer que aseguró haber sido violada por el brasileño, éste ofreció distintas versiones de lo acaecido en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona en la noche del 30 al 31 de diciembre.
En ese sentido, TV3 informó que el jugador empezó negando conocer a la chica, seguidamente comentó que la había visto pero no ocurrió nada entre ambos, y finalmente afirmó que fue la chica quien se le tiró encima.
Tal inconsistencia en los testimonios de Alves, aparejada a las declaraciones de diversos testigos y un comportamiento que algunos han calificado de “soberbio” y “narcisista”, condujeron a la jueza a tomar la referida decisión.
Por lo pronto, la primera consecuencia para el futbolista ha sido que su equipo actual, el mexicano Pumas, rescindió el contrato que los vinculaba alegando que ese club “es una institución que promueve el respeto, el comportamiento íntegro, digno y profesional dentro y fuera de la cancha”.
Vale señalar que en España se han dado tres casos de jugadores en activo que fueron condenados a prisión. A saber, el central Rubén Semedo cumplió 142 días en la cárcel de Picassent por los delitos de secuestro, robo, lesiones y tenencia ilícita de armas; el defensa Toño García pasó tres semanas en la prisión de Teruel por blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal; y el delantero Santi Mina recurre hoy una sentencia de cuatro años por abuso sexual.
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