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Desde hace unas dos décadas, el pitcheo ha sido el paño de lágrimas de los equipos Cuba. En medio de una marcada anemia ofensiva, los lanzadores se las ingeniaron para aportar lo poco que se ha podido conseguir en ese lapso, con el subtítulo en el Clásico Mundial de 2006 como punto más alto.
En marzo próximo, esa historia podría repetirse. Como ha dicho el entrenador Pedro Luis Lazo, el pitcheo es la principal riqueza del grupo que representará a la Isla en la quinta edición del principal torneo de selecciones beisboleras. Hay brazos decentes para encarar las aperturas, y varios elementos bien calificados a la hora de cumplir con los relevos.
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Certezas no faltan. Por ejemplo, se sabe que Yoan López, Liván Moinelo y Raidel Martínez serán las piezas claves del bullpen. O que Roenis Elías y Ronald Bolaños tendrán plazas seguras en roles abridores. Sin embargo, no lucen muy claros los nombres que completarán la rotación: hace unos días daba la sensación de que los otros cupos serían para Elián Leyva y Yoanni Yera, pero ahora resulta que Yariel Rodríguez también goza de opciones.
El derecho camagüeyano pasó la temporada como relevista de los Dragones de Chunichi, y tan bien le sentó esa función que se alzó con el premio Relevista Intermedio del Año de la Liga Central. Pero en Cuba vivimos de la improvisación, y hace poco Rodríguez ofreció algunas pistas acerca de su posible empleo como starter.
“Ya han hablado conmigo y sé que tengo una alta responsabilidad, pero pienso asumirla como se debe”, dijo en declaraciones a la televisión insular. “Puede ser que sea abridor; llevo un año sin abrir, pero tengo tiempo para prepararme y ponerme al cien por ciento para enfrentar al equipo que sea”.
En la campaña más reciente los Dragones decidieron pasar al “Gallero de San Serapio” al bullpen, y la decisión fue tan acertada que el muchacho cerró con 45 puntos por concepto de hold, líder en ambas ligas. La guinda de la faena fueron seis victorias ante dos fracasos, efectividad de 1.15, WHIP de 0.91, average rival de .165, 60 ponches y 18 bases por bolas en 54.2 entradas.
Dicho sea de paso, el único cubano que se había llevado esta distinción en la liga japonesa había sido el zurdo Liván Moinelo (40 hold points en 2020).
Tan sólido desempeño le abrió las puertas de una renovación por par de temporadas en las cuales el equipo espera volver a sacarle beneficios a su capacidad para aguantar los marcadores. Pero en el team Cuba, a todas luces, piensan otra cosa. Y entonces surge la pregunta inevitable: en caso de que se le encomiende la apertura, ¿podrá acomodarse Rodríguez a ese rol que no ha cumplido durante todo un año?
En marzo conoceremos la respuesta.
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