Más de 4 mil cubanos solicitaron refugio en Brasil el pasado año, en lo que constituye una cifra récord para ese país y una evidencia más del mayor éxodo migratorio de la historia de Cuba, provocado por la crisis generalizada que atraviesa la Isla.
De enero a noviembre de 2022 se presentaron 4,241 solicitudes de refugio de ciudadanos cubanos ante las autoridades brasileñas. Los datos, ofrecidos por el Observatorio de las Migraciones Internacionales de Brasil (OBMigra), fueron publicados por el periódico Folha de Sao Paulo.
En un extenso artículo publicado este sábado, el diario brasileño abordó el masivo éxodo migratorio cubano y lo atribuyó a la crisis sistémica que se vive el país. Según datos de OBMigra, los cubanos fueron la segunda nacionalidad de solicitantes de refugio, solo por detrás de los venezolanos.
La cifra supera el anterior récord, alcanzado antes de la pandemia de coronavirus. Según Folha, resulta imposible determinar cuántos de todos estos cubanos quedan todavía en Brasil, un país que “se ha consolidado como una alternativa para emigrar”.
Las razones de esta preferencia de Brasil como destino migratorio de los cubanos serían de carácter económico, legal y pragmático. Según el citado medio, Brasil es un destino más económico que Estados Unidos, el principal receptor de la migración cubana.
Sin embargo, mientras en el país vecino las restricciones fronterizas dificultan la entrada de cubanos, en Brasil la ley de inmigración es más favorable para los solicitantes de asilo. Al solicitarlo, los inmigrantes adquieren un estatus que les permite acceder al trabajo, la salud y otros derechos mientras sus solicitudes son evaluadas por las autoridades responsables, un proceso que puede llevar años, pero que no deja desamparado a los refugiados.
Para la Doctora en desarrollo económico de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), Aline Miglioli, la pandemia no solo ha afectado la actividad turística, sino también los ingresos de otros sectores y emprendedores que ofrecen servicios a los turistas, como la renta de habitaciones o los taxistas.
“Mucha gente está vendiendo sus casas… Los anuncios casi siempre dicen: vendo con todo adentro. Con ese dinero pagan el viaje a países como Brasil”, sostiene la académica que ha realizado investigaciones sobre Cuba.
Las vías de entrada a Brasil para los cubanos son múltiples, aunque una de las más comunes es a través de la la vecina Guyana. Un joven cubano explicó a Folha que conoció a un coyote de Guyana en un grupo de Facebook y quedó en pagarle una cantidad para llegar hasta Boa Vista, en Roraima.
El viaje demoró una semana desde que cogió un vuelo directo de La Habana a Surinam, país que no exige visas a los cubanos. En ese país encontró al coyote que lo subió a una camioneta y, luego de otras 20 horas de viaje, lo dejaron en Boa Vista, donde pidió refugio a la Policía Federal.
Un informe reciente de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, dice haber observado un cambio en la dinámica de entrada por Pacaraima, la principal puerta de entrada de venezolanos: ahora hay más ciudadanos de otras nacionalidades y los cubanos están a la cabeza. Según la agencia, de junio de 2021 hasta septiembre de 2022, había al menos 97 ciudadanos cubanos en esa localidad fronteriza con Venezuela.
Sin embargo, la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), que monitorea el tema, dice que la ruta de entrada por Oiapoque, en Amapá, por mar, ha ganado relevancia. Hasta ahora era común que los cubanos partieran hacia Porto Alegre y, de allí, hacia Uruguay. O bien, que se quedaran en Brasil temporalmente, para recaudar fondos y emigrar luego a los EE.UU. Pero eso ha cambiado, y cada vez más cubanos eligen quedarse en Brasil. En muchos casos, cuando no se solicita asilo, ni siquiera existe un registro oficial del paso por Brasil.
La intensificación del flujo de cubanos al país también desafía al Comité Nacional para los Refugiados (Conare), vinculada al Ministerio de Justicia. Con un perfil migratorio ligado a cuestiones económicas, los migrantes de Cuba no cumplen en muchas ocasiones con los criterios de refugio, otorgados a ciudadanos que sufren persecución en su país o son objeto de violaciones de derechos humanos.
Hasta el momento, Brasil ha reconocido a 1,043 cubanos como refugiados. La mayoría (843) por temor a expresar sus opiniones políticas en Cuba. Especialistas que dan seguimiento al tema exigen que el organismo desarrolle alguna forma de protección complementaria para ciudadanos de países como Cuba, para que los inmigrantes no pasen años esperando respuestas a sus demandas.
Si bien la crisis económica es uno de los principales motores del éxodo cubano, el investigador principal sobre las Américas de la ONG Human Rights Watch, Juan Pappier, explicó a Folha que el factor político es inseparable.
“Hay una crisis de derechos civiles y políticos con el recrudecimiento de la represión. Hay más de mil presos políticos tras las últimas manifestaciones. El contrato social se ha roto en Cuba. El Estado ya no garantiza calidad de vida a sus ciudadanos”, afirmó el investigador.
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