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La cantante cubana Ángela Álvarez, ganadora de un Latin Grammy a los 95 años, fue incluida en una lista de 22 cosas buenas que ocurrieron en 2022, elaborada por The Washington Post.
La "Mejor Nueva Artista" seleccionada por la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación (LARAS) ocupa el puesto 22 de los buenos sucesos del recién finalizado año, por haber alcanzado logros como persona longeva, segúnThe Washington Post.
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"Por mucho que a la gente le gusten las listas de '30 menores de 30', ha habido mucho que celebrar últimamente de los estadounidenses (y canadienses) 'de cierta edad'", esgrimió el texto donde se menciona a artistas y deportistas de la "tercera edad" con notables éxitos a su edad.
El nombre de Ángela, artista novel, aparece junto al del legendario cantante Tony Bennett, también ganador de un Grammy a sus 95 años.
El puesto 22 de los sucesos que valieron la pena está ocupado también por Erlinda Biondic, que a los 82 años se convirtió en la mujer de mayor edad en completar una carrera de 100 millas y por el veterano de la Segunda Guerra Mundial, Lester Wright, quien en su centenario estableció un nuevo récord de carrera de 100 metros (26,34 segundos) obtuvo una ovación de pie de la multitud.
"Deja que sean tus nuevas inspiraciones", sugiere el texto, y así lo ha demostrado la cubana que a sus 95 pudo triunfar en la música.
La inclusión de la artista en una serie de buenas noticias -como el lanzamiento de Artemis I, la resistencia de Ucrania ante el ataque ruso o la estabilidad de los precios de la gasolina- no es fortuita. Su éxito ha sido fruto de su valentía al intentar a su edad concretar sus aspiraciones de toda la vida.
Álvarez inició la grabación de su primer disco con más de 90 años, con el acompañamiento y ayuda de músicos de clase mundial y ganadores del Grammy, como Luis Conte, José Álvarez, Alberto Salas, Ramón Stagnaro y Justo Almario.
La artista, que sobresale ahora como ejemplo de que nunca es tarde para cumplir las metas y sueños, se ha ganado el respeto y la admiración de muchos artistas, entre ellos, Marco Antonio Solís y Emilio Estefan, quien reafirmó que era una inspiración para las nuevas generaciones.
Ángela, quien emigró de Cuba en los años 60, se mantuvo cantando a su familia canciones durante décadas, hasta que reveló a su nieto, el compositor Carlos José Álvarez, un tesoro de temas originales compuestos por la anciana. Su experiencia fue recogida en un documental dirigido por Paul Toogood y Lloyd Stanton, donde se relata su experiencia migratoria, y su vida posterior como esposa, madre y mujer trabajadora que ocultó su ambición infantil de ser cantante y compositora.
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